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Con la soldadura de la primera lámina de acero de los reactores nucleares K-22, la Marina Nacional de Francia inició la construcción del portaaviones de nueva generación PA-NG.

Este, sucesor del histórico Charles de Gaulle, no es solo un buque de guerra: es una fortaleza flotante capaz de proyectar poder militar en cualquier parte del mundo, equipada con tecnología de última generación y propulsión nuclear que le otorga autonomía prácticamente ilimitada.

La ceremonia de inicio de construcción, realizada el 25 de septiembre de 2025 en Naval Group, consolida la posición del país como una de las pocas naciones capaces de operar un portaaviones nuclear.

Reactores K-22: la ingeniería nuclear más avanzada para portaaviones

Los compartimentos que albergarán los reactores nucleares K-22 son una auténtica proeza de ingeniería. Cada módulo mide 14 metros de altura, 13 metros de diámetro y pesa alrededor de 1.300 toneladas, diseñado por TechnicAtome bajo la supervisión de la Comisión de Energía Atómica y Energías Alternativas.

A diferencia de los submarinos nucleares, donde el casco resistente protege los reactores, en el PA-NG estos módulos cumplen funciones estructurales y de blindaje al mismo tiempo.

Philippe Bahurel, director del programa, los comparó con "muñecas rusas", ya que las salas nucleares se insertarán dentro de los módulos antes de integrarlas en el casco principal del buque.

La fabricación comenzó por la base de los compartimentos, considerada la parte más compleja de la calderería naval. Naval Group aplica la experiencia acumulada en el Charles de Gaulle y en la flota de submarinos nucleares francesa, adaptándola a los exigentes estándares de los K-22.

PA-NG: el portaaviones nuclear más grande de Francia

El PA-NG superará ampliamente a su predecesor. Con casi 300 metros de eslora y un desplazamiento de 70.000 a 75.000 toneladas, será una plataforma de poder sin precedentes. Su ala aérea podrá albergar hasta 32 cazas de nueva generación, aviones de alerta temprana E-2D Advanced Hawkeye y drones embarcados, multiplicando su capacidad operativa.

Las catapultas electromagnéticas EMALS de 90 metros, suministradas por General Atomics, permitirán lanzar aeronaves más pesadas con mayor eficiencia energética que los sistemas de vapor tradicionales.

Su defensa estará garantizada por el radar Thales SeaFire y misiles Aster integrados en el sistema PAAMS, convirtiendo al PA-NG en una plataforma prácticamente inexpugnable ante amenazas aéreas.

Cronograma del proyecto PA-NG: de 2018 a 2038

El programa PA-NG comenzó en 2018 con estudios preliminares. En abril de 2024, se adjudicaron contratos clave por 600 millones de euros: Naval Group para industrialización, Chantiers de l'Atlantique para preparar instalaciones en Saint-Nazaire y TechnicAtome para diseño y supervisión técnica.

Tras los anteproyectos de 2021 y los estudios de detalle de 2023, la construcción actual se extenderá hasta 2036, cuando comenzarán las pruebas de mar. La entrada en servicio está prevista para 2038, coincidiendo con el retiro del Charles de Gaulle, garantizando así la continuidad operativa y la capacidad de proyección naval nuclear francesa sin interrupciones.

Implicaciones estratégicas: Francia refuerza su autonomía militar

El PA-NG no es solo un buque, sino una declaración de independencia estratégica. Francia se mantiene como la única nación europea capaz de operar un portaaviones nuclear, junto con Estados Unidos a nivel occidental.

En medio de debates sobre autonomía estratégica y defensa común en la Unión Europea, Francia demuestra su compromiso con mantener capacidades militares de primer nivel. La propulsión nuclear permitirá al buque operar en cualquier teatro mundial sin depender de combustible, una ventaja crucial en conflictos prolongados.

El PA-NG es ideal para proyecciones de poder a larga distancia, evacuaciones humanitarias y operaciones militares convencionales o nucleares. Con él, Francia asegura su presencia en los océanos del siglo XXI y consolida su estatus como potencia naval de primer orden, capaz de proteger sus intereses y cumplir compromisos internacionales.