

El un reciente mensaje de la Embajada de Estados Unidos en México, su anuncio fue contundente: “Enviar a un menor a la frontera no es un acto de amor. Pones en riesgo su vida, su futuro y tu familia”. Con esa frase, Washington endurece el tono contra la migración infantil.
“Los menores pueden permanecer detenidos durante largos periodos; si cumplen 18 años bajo custodia, serán transferidos para su deportación”, advirtió también la embajada. El aviso apunta directamente a desalentar cualquier intento de cruce irregular.
La sede diplomática alertó que “si el patrocinador no tiene papeles, puede ser detenido y deportado”. Por otro lado, la embajada de EE.UU. recalcó que quienes crucen ilegalmente “perderán la oportunidad de solicitar una visa en el futuro”. El mensaje fue claro: “La frontera está cerrada, para todos”.
Estados Unidos potencia su centro para rastrear a menores
El diario El País reveló que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) abrirá un centro de llamadas especializado para localizar a menores migrantes no acompañados. El objetivo: coordinar su detención y deportación con autoridades locales.
El plan, según el medio, incluye un centro operativo de 24 horas en Nashville, Tennessee, con capacidad para recibir hasta 7.000 llamadas diarias. Detrás del proyecto figura CoreCivic, una de las mayores operadoras privadas de cárceles en Estados Unidos.
“Los menores pueden permanecer detenidos durante largos periodos; si cumplen 18 años bajo custodia, serán transferidos para su deportación y si la persona que los espera en Estados Unidos, no tiene estatus legal, también puede ser detenida y deportada”, remarcó la embajada de Estados Unidos en México.
Estados Unidos da premios por autodeportarse
La fuente también informó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ofrecerá 2.500 dólares a los menores mayores de 14 años que acepten autodeportarse. La propuesta fue criticada por organizaciones que la calificaron de coercitiva y deshumanizante.

“El Gobierno dice que es para reunir familias, pero muchos niños huyen precisamente de los abusos en sus hogares”, señaló Scott Bassett, abogado de la organización Amica. “Lo de ahora es otro mundo. Ya no hay compasión”, informó de forma categórica.














