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Neuralink, empresa fundada por Elon Musk, destacó como un pionero en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, la compañía podría enfrentar un desafío significativo a medida que surgen nuevos competidores en el campo de la neurotecnología.

Con avances rápidos en la investigación y el desarrollo de dispositivos de implantes cerebrales por otras empresas, la empresa podría ver cómo su liderazgo en el mercado es cuestionado.

Algunos informes sugieren que, para finales de este año, una empresa rival podría superar a Neuralink en el número de personas que tienen chips cerebrales implantados, lo que marcaría un giro importante en la dinámica de la industria.

El chip chino que rivaliza con Neuralink

El Instituto Chino de Investigación Cerebral (CIBR) en colaboración con la empresa NeuCyber NeuroTech desarrollo el chip cerebral Beinao No. 1, un dispositivo que ya fue implantando en tres pacientes con parálisis.

A diferencia del chip de Neuralink, el Beinao No. 1 se coloca en la superficie cerebral y es menos invasivo, permitiendo a los usuarios controlar smartphones y ordenadores con el pensamiento.

Lo más destacable es que los investigadores chinos planean implementar su chip en trece pacientes para finales de 2025, lo que cuadruplicaría el número actual de implantaciones de Neuralink.

Avances paralelos en restauración de funciones neurológicas

En la carrera por desarrollar tecnologías de restauración neurológica, diferentes empresas están tomando enfoques diversos.

Mientras Neuralink trabaja en su dispositivo "Blindsight" para restaurar la visión (ya designado como "Dispositivo innovador" por la FDA), la empresa Science Corporation logró resultados prometedores con su chip Prima.

Este dispositivo cuadrado de dos milímetros, colocado quirúrgicamente bajo la retina, permite que varios pacientes recuperen visión suficiente para leer, interpretando señales cerebrales como imágenes y proporcionando formas, patrones y elementos visuales de objetos.

Implicaciones para el futuro de la medicina y la tecnología

La intensificación de esta competencia internacional está acelerando el desarrollo de soluciones para personas con discapacidades neurológicas. Las interfaces cerebro-máquina prometen no solo restaurar funciones perdidas sino potencialmente mejorar capacidades humanas en el futuro.

China, con su enfoque agresivo en investigación neurocientífica y su disposición para realizar ensayos clínicos a mayor escala, podría transformar el equilibrio global en un campo que muchos consideran crucial para la próxima revolución tecnológica.

Esta carrera tecnológica tiene profundas implicaciones éticas, médicas y geopolíticas, y podría redefinir la relación entre la tecnología y el cerebro humano en las próximas décadas, abriendo nuevas posibilidades para tratar condiciones neurológicas que actualmente no tienen cura.