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Paipote, o mejor dicho, la Fundición Hernán Videla Lira, podría revivir luego de cerrar sus puertas en 2024 después de más de 7 décadas de funcionamiento. En efecto, en Sudamérica y a través de las gestiones de la Empresa Nacional de Minería (Enami) Chile planea reabrir la planta con una inversión extranjera de 1,400 millones de dólares.

El megaproyecto de Chile tiene como objetivo retomar actividades en 2030, luego de un proceso de modernización de una de las instalaciones más representativas de la Región de Atacama.

Paipote: ¿Cómo será el megaproyecto minero que planea su reapertura?

Cuando a principios de 2024 se cerraron las puertas de Paipote fue debido a las dificultades económicas que hicieron insostenible su operación. No obstante, Chile está decidido a reimpulsarla, apelando al interés de inversionistas extranjeros en Sudamérica.

En ese sentido, desde el Enami aseguraron que ya han mantenido conversaciones con empresas de Brasil y de China. El objetivo es reabrir la mina, pero contemplando una transformación completa de sus instalaciones con la construcción de una nueva refinería, una planta metales preciosos -como oro y plata- y una capacidad para procesar alrededor de 850.000 toneladas de cobre al año.

Mientras tanto y antes de que se concreten las inversiones, el proyecto del Enami se encuentra bajo evaluación ambiental, paso fundamental antes antes de recibir luz verde.

A pesar de que el precio final de la inversión aún genera debates, Enami ha logrado captar el interés de empresas extranjeras, las cuales estarían dispuestas a asegurar su suministro de cobre a largo plazo mediante acuerdos directos. El gobierno chileno considera este avance como un punto de inflexión para atraer capital internacional y dinamizar la economía minera.

Un megaproyecto minero comprometido con los estándares ambientales

Uno de los principales objetivos del megaproyecto es su compromiso con estándares ambientales más altos. La nueva fundición capturará más del 99% de los gases emitidos, incorporará tecnología limpia y operará exclusivamente con agua desalada, preservando así los recursos hídricos de la región.

Además, la iniciativa promete generar miles de empleos durante su fase de construcción y operación. "Va a ser un motor de desarrollo para la región", dijeron representantes de Enami durante una presentación ante empresarios asiáticos.

Otro de los focos será la pequeña y mediana minería, ya que se habilitará el procesamiento de minerales provenientes de productores de menor escala, fortaleciendo uno de los sectores más tradicionales del norte chileno.

De concretarse los planes, Paipote no solo volverá a ser una pieza clave en la matriz minera chilena, sino que también marcará un ejemplo de reconversión industrial en América Latina. El año 2030 se perfila como el punto de partida para una nueva etapa en la minería del país.