

China dejará de depender del gas extranjero en un ambicioso plan energético que pone en alerta a Estados Unidos. En efecto, las principales petroleras estatales chinas -Sinopec, CNOOC y PetroChina- enfocan sus esfuerzos en aumentar la producción nacional a partir del desarrollo del gas de esquisto y la perforación en zonas más profundas.
La nueva estrategia del gigante asiático se encamina hacia la autosuficiencia energética luego de que, durante las dos últimas décadas se convirtiera en el mayor importador mundial de gas licuado (GNL). Este movimiento provocará, sin dudas, repercusiones en los mercados internacionales.
El ambicioso plan energético de China: causas y estrategia

Mientras los mercados internacionales miran con recelo la estrategia de China -en particular Estados Unidos- suma diversos factores que señalan este nuevo rumbo:
- Desaceleración en la demanda de petróleo,
- Auge de los vehículos eléctricos en el país,
- Crecimiento sostenido de la producción local de gas.
Atentas a estos elementos, las
empresas energéticas internacionales
están modificando aquellas proyecciones que contaban con
como uno de los principales destinos para sus exportaciones.
¿Cuál es la estrategia de China? De acuerdo con información de OilPrice, las tres principales petroleras de China están realizando fuertes inversiones en exploraciones profundas, tanto en tierra como en mar.
PetroChina, por ejemplo, ya trabaja en pozos de hasta 10 mil metros de profundidad con el fin de acceder a reservas de gas y petróleo contenidas en formaciones rocosas complejas. En paralelo, se están logrando avances relevantes en la cuenca de Sichuan, donde el gas de esquisto se presenta como una de las principales fuentes de energía para el futuro.
El proceso no será sencillo. Los desafíos técnicos de extraer gas de esquisto en China son significativos debido a la complejidad geológica, lo que encarece la producción. No obstante, los planes ya están en ejecución y, como se menciona en Bloomberg, no se contemplan retrocesos.
Por qué Estados Unidos mira con nerviosismo la estrategia energética china

Este cambio de política energética pone en jaque a compañías de Estados Unidos como Shell, ExxonMobil y TotalEnergies, que esperaban un aumento sostenido en las importaciones chinas de GNL. El giro en la estrategia energética de China podría reducir drásticamente la demanda externa, modificando el equilibrio global de oferta y demanda.
Europa, por su parte, atraviesa un momento delicado. Por un lado, sus reservas de gas se han reducido a cero en este mes. Y aunque China podría podría liberar más gas para el mercado europeo, en ciencia cierta se desconoce si Europa podría aprovechar esa disponibilidad. Y es que la la infraestructura para recibir y distribuir GNL no está plenamente adaptada para responder con agilidad.
Si bien todo indica que China importará menos gas en los próximos años, es necesario considerar no solo el mercado, sino también las tensiones geopolíticas que influyen en el mercado internacional.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Estados Unidos y China están involucrados en una compleja red de intereses energéticos y comerciales. El New York Times ha señalado que las recientes políticas arancelarias y los movimientos estratégicos entre estas potencias están alterando los flujos de recursos.
Esto introduce un nuevo nivel de incertidumbre en el mercado petrolero, con un impacto directo en los precios del crudo y los combustibles a nivel mundial.













