

En Memphis, Tennessee, se encuentra Colossus, el gigantesco centro de datos de la empresa xAI, fundada por Elon Musk.
Este complejo tecnológico, creado para entrenar modelos de inteligencia artificial como Grok, generó controversia no solo por su demanda energética, sino por algo mucho más inquietante: las turbinas de gas que lo alimentan operan sin los permisos ambientales requeridos, en una de las ciudades con peor calidad de aire de Estados Unidos.
Aunque la narrativa oficial sostiene que estas turbinas sirven exclusivamente a Grok, una investigación reveló que podrían estar en servicio de un proyecto aún más ambicioso.

El centro Colossus: el megaproyecto energético de Elon Musk bajo la lupa legal
El centro de datos Colossus, propiedad de la empresa xAI de Elon Musk, opera con por lo menos 26 turbinas de gas que generan más de 400 megavatios (MW) de energía.
De acuerdo con denuncias del Southern Environmental Law Center (SELC), estas turbinas fueron instaladas y puestas en funcionamiento sin los permisos legales exigidos, violando la Ley de Aire Limpio de Estados Unidos.
Imágenes térmicas y tomas aéreas confirman que las máquinas operaron durante meses, emitiendo calor y contaminantes. Aunque xAI afirma que son instalaciones temporales, la colocación de nuevas turbinas sugiere que el proyecto se está expandiendo rápidamente.

Contaminación en Memphis: el nuevo peligro del centro de datos
El impacto ambiental del proyecto de Elon Musk se vuelve aún más alarmante por situarse en Memphis, designada en 2024 como la "capital del asma" de Estados Unidos por sus altos índices de enfermedades respiratorias.
Las emisiones anuales de óxidos de nitrógeno (NOx) de las turbinas podrían superar las 2.000 toneladas, agravando la ya frágil situación sanitaria de la ciudad.
Este caso pone de relieve el conflicto entre el avance tecnológico impulsado por la inteligencia artificial y las consecuencias reales sobre la salud pública y el medioambiente.
Grok no es el único objetivo: lo que Elon Musk podría estar ocultando
Aunque oficialmente se dice que la energía generada es para alimentar Grok, el chatbot de xAI, los 407 MW que produce Colossus superan ampliamente esa necesidad.
Expertos sugieren que la instalación podría estar abasteciendo otras redes de supercomputación, centros de almacenamiento de datos o proyectos confidenciales no declarados.
Este volumen de energía plantea serias dudas sobre la transparencia del proyecto y revela un posible intento por evadir controles regulatorios mientras se construye una infraestructura energética paralela destinada a usos aún desconocidos.














