El Vaticano es hoy el foco del mundo, en especial para todas aquellas personas que son adeptas a la Iglesia católica y siguen sus mandamientos. En una de las ceremonias religiosas más milenarias de la fe cristiana, hoy, 133 cardenales quedaron bajo llave en la Capilla Sixtina para elegir en el cónclave al nuevo Papa que lidera el rumbo de la Iglesia en un mundo fragmentado por la guerra.
Desde la Santa Sede, los rumores que corrieron entre los cardenales que hablaron con la prensa durante los últimos días, era que se esperaba que este fuera un cónclave corto, que no supere el sábado 10 de mayo para conocer al nuevo Papa. En el momento que se escuchen las campanas del Vaticano y salga la fumata blanca, el mundo conocerá el nombre del nuevo Santo Padre, sucesor de San Pedro, allí, el elegido dejará de lado su nombre de pila y se presentará al mundo con un nuevo nombre.
¿Por qué los cardenales al ser elegidos papa se cambian el nombre?
Cuando un cardenal es elegido como nuevo Papa de la Iglesia católica, él debe adoptar un nombre diferente al que recibió en el bautismo. Esta costumbre, profundamente arraigada en la tradición católica, tiene su origen en el propio Jesús, quien cambió el nombre del apóstol Simón por el de Pedro, el primer Pontífice conocido como San Pedro, a quién Dios le dio las llaves de la Iglesia y sobre cuyos restos se dice que está edificada la Capilla Sixtina.
Tomar un nuevo nombre simboliza el inicio de una nueva misión, una "nueva identidad", como señala Vatican News. En palabras de la fuente: "La pronunciación de la palabra nomen es un momento crucial, que precede a un ‘nacimiento', a la elección de una nueva identidad".
Este nombre refleja el legado espiritual que el nuevo Papa desea continuar, inspirándose en santos, pontífices anteriores o figuras significativas. Así, el cambio no es solo formal: marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.
¿Qué le preguntan al nuevo Papa y cómo se anuncia su elección?
Luego de la votación válida en el Cónclave, al cardenal elegido se le hacen dos preguntas clave:
"¿Aceptas tu elección como Sumo Pontífice?" y "¿Cómo quieres que te llamen?" o Quo nomine vis vocari? en latín. Cabe aclarar que el latín aún se usa en el Vaticano, de hecho, es común encontrar avisos y procesos en latín, como es el caso de los cajeros electrónicos que también llevan opciones en latín.
Si acepta, se cambia de vestimenta y se prepara el anuncio oficial ante la Plaza de San Pedro. El protodiácono aparece entonces en el balcón de la Basílica de San Pedro para pronunciar la histórica frase: "¡Habemus papam! El eminentísimo y reverendísimo señor... que se ha dado a sí mismo el nombre..."