

En solo una noche, Rusialanzó 728 drones y 13 misiles contra Ucrania, principalmente sobre la ciudad de Lutsk. Fue el ataque más intenso desde que comenzó la invasión en 2022.
El resultado fue una gran destrucción material, incendios y un mensaje claro: Putin no tiene intención de detener la guerra.
Trump se harta del doble discurso de Putin
Hasta hace poco, Donald Trump apostaba por negociar la paz cediendo territorios a Rusia. Pero todo cambió esta semana:
"Putin está asesinando a mucha gente. Vamos a enviar armas defensivas a Ucrania", declaró Trump ante la prensa.
Por primera vez, el presidente estadounidense criticó duramente a Putin en público.
Ante la negativa de Putin a cesar los ataques, Trumpautorizó el envío de sistemas Patriot, capaces de interceptar misiles balísticos rusos.
Aún no se sabe cuántos ni cuándo llegarán, pero podrían marcar un punto de inflexión en la guerra. Estos sistemas ya han demostrado su efectividad al derribar misiles sobre Kiev desde 2023.

Zelensky exige ayuda urgente
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, pidió acelerar la entrega de armas prometidas:
"Ya tenemos las decisiones tomadas. Ahora necesitamos implementarlas cuanto antes."
Ucrania necesita estos sistemas para frenar ataques y proteger a su población civil.
Si Rusia acepta negociar, el envío de misiles podría ser una jugada táctica.
Pero si Putin responde con más ataques, Trump prometió doblar la ayuda militar.
Una cosa es clara: la guerra entró en una nueva fase. Y lo que pase en los próximos días podría cambiar el rumbo del conflicto en Europa.













