Las tiendas libres de impuestos, conocidas como free shops, se convirtieron en una escala casi obligada para quienes viajan por aeropuertos internacionales.
Perfumes, licores, cosméticos, chocolates o tecnología: todo a precios más bajos, sin los impuestos locales. El atractivo es real. Pero también lo son los límites legales.
En Estados Unidos, como en muchos otros países, existe una creencia equivocada: que todo lo que se compra en un duty free está automáticamente autorizado para ingresar al país sin restricciones. Y eso no es así.
Los organismos aduaneros fueron claros: superar las franquicias permitidas o no declarar correctamente las compras puede derivar en retenciones, sanciones económicas y hasta perder vuelos o sufrir demoras extensas.
Duty free no significa "libre de controles"
El nombre "libre de impuestos" suele prestarse a confusión. La expresión refiere a que la tienda no cobra impuestos locales, no a que la mercadería está exenta de impuestos en el país de destino. Cada nación tiene su propio régimen de franquicias, y Estados Unidos no es la excepción.
Cuando un viajero supera esos límites y no declara voluntariamente su compra, se considera que está en infracción. Esto puede activar una inspección más rigurosa del equipaje, la retención de productos no declarados, el cobro inmediato de tasas e incluso dejar una alerta en el historial del pasajero.
Los controles se intensifican especialmente en aeropuertos con gran volumen de tránsito internacional, donde las demoras aduaneras pueden tener consecuencias más graves, como perder una conexión o una reserva hotelera no reembolsable.
Qué productos están más vigilados por la aduana
Si bien la normativa puede variar en función del país, hay categorías de productos que generan más alertas en las aduanas estadounidenses. Los funcionarios prestan atención a ciertos bienes por su valor, su potencial uso comercial o su alta rotación entre viajeros.
Entre ellos:
Bebidas alcohólicas: suele permitirse un litro por adulto; más que eso requiere declarar y pagar aranceles.
Tabaco: limitado a 200 cigarrillos o 100 puros. Excederse puede derivar en multas y decomiso.
Perfumes, cosméticos y cremas, si se llevan en cantidad mayor a la habitual para uso personal.
Tecnología y electrónica nueva (especialmente si está repetida), como celulares, tablets o relojes inteligentes.
Artículos de lujo, como carteras de diseñador, relojes, joyas o gafas de marca.
Además, si se detecta que un pasajero transporta grandes cantidades, productos repetidos o por encargo, se puede presumir intención de reventa. En esos casos, las sanciones pueden ser aún más severas.
Qué hacer para evitar multas y problemas en frontera
Los especialistas en normativa aduanera son claros: la prevención comienza antes de subir al avión. La mejor estrategia es la información.
Estas son las recomendaciones básicas que da el propio Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE.UU.:
Informarse con antelación sobre la franquicia libre de impuestos del país al que se ingresa.
Conservar todos los comprobantes de compra, especialmente si se compró con tarjeta de crédito.
Declarar voluntariamente todo lo que genere dudas, incluso si se cree que no excede el límite.
Evitar transportar por encargo productos que no son propios o repetir artículos idénticos en grandes cantidades.
Declarar no es un delito; no declarar, sí lo es. Y si bien puede parecer engorroso, hacerlo puede ahorrarte horas de espera, dinero en sanciones y problemas con migraciones en futuras visitas al país.