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En una búsqueda por promover la vida saludable desde las aulas, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha confirmado la implementación de una serie de cambios trascendentales en las políticas escolares a nivel nacional: prohíben la venta de comida chatarra en las escuelas.

Estas medidas, impulsadas por una iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum, buscan fomentar la salud y el bienestar integral de los estudiantes de todo el país, con efectos inmediatos y una visión a largo plazo que abarcará el resto del ciclo escolar 2024-2025 y más allá.

El objetivo central de estas reformas es impulsar el desarrollo personal y académico óptimo de los alumnos de Educación Básica en las 32 entidades federativas de México con la promoción de dietas equilibradas para niños.

Estos son los alimentos prohibidos en las escuelas de todo México

Un pilar fundamental de esta nueva política es la prohibición total de la venta de comida chatarra en los comedores escolares, una medida que entró en vigor en marzo. Esta acción tiene como principal objetivo combatir la creciente obesidad infantil, un problema de salud pública que afecta a una parte significativa de la población en edad escolar en el país.

La SEP ha establecido que, a partir del 29 de marzo, queda estrictamente prohibida la venta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas no solo dentro de las 258,689 escuelas del país, sino también en sus inmediaciones, abarcando tiendas y vendedores ambulantes cercanos a los planteles educativos.

La regulación fue formalizada mediante su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 30 de septiembre de 2024, otorgando un periodo de adaptación de 180 días hábiles para que las escuelas pudieran eliminar por completo la comida chatarra de sus instalaciones.

¿Qué alimentos sí podrán venderse en las escuelas?

El DOF también detalló las normas para la preparación y venta de alimentos y bebidas permitidas en los entornos escolares, priorizandoopciones nutritivas y saludables como:

  • Frutas y verduras frescas de temporada.
  • Cereales integrales sin azúcares añadidos, como avena y maíz.
  • Legumbres como frijoles, lentejas y chícharos, destacadas como fuente de proteína vegetal.
  • Tubérculos como papa y camote, preparados sin adición de azúcar.
  • Productos lácteos bajos en grasa, con preferencia por leche descremada o semidescremada.
  • Proteínas animales magras como pescado y pollo, preparadas preferentemente asadas y sin piel.
  • Bebidas: agua natural como opción principal.