

Usuarios con conciencia ambiental o simplemente una propensión a dejar caer un smartphone están hoy en situación de ventaja si tienen uno de los nuevos modelos de Samsung o Motorola contra aquellos que hayan optado por uno de los nuevos iPhones. Así lo indica un reciente ranking de iFixit, organización que se especializa en desarmar teléfonos para averiguar cuán fácil se dejan reparar.
Según el reporte, los últimos equipos de Motorola y Samsung, permiten abrirse relativamente fácil. Particularmente, el recambio de baterías es sencillo. Caber recordar que las baterías muy rara vez duran más de unos años. Por ello, son a menudo el primer elemento de un teléfono en ser cambiado. Otro, son las pantallas, ya que suelen rayarse con relativa frecuencia. En ese sentido, los equipos de Samsung sacan una nota negativa: sus displays suelen estar adheridas a otras partes del equipo, que generan que su recambio sea más difícil y caro.
Aún así, son todavía más fáciles de arregalr que los dos nuevos iPhones, que, en ese sentido, son, incluso, más complejos que sus antecesores, el 3 y 5. iFixit reconoce que el arreglo de la pantalla es sencilla. Sin embargo, abrir el teléfono lleva un destornillador específico para productos Apple. Además, muchas de las piezas están unidas con pegamento. El tema se hace evidente a la hora de querer reemplazar la batería. La dificultad obliga a los usuarios a acercarse a una de sus tiendas oficiales o distribuidores autorizados para su reemplazo, antes de que ellos mismos intentes realizar el cambio, dañanado el equipo. Por otro lado, si bien Apple sostiene que recicla teléfonos viejos que los usuarios le entregan y elabora informes de sostenibilidad para todos sus productos, que documentan su eficiencia energética, reciclar teléfonos rotos puede ser más perjudicial para el medio ambiente que no tener que comprar uno nuevo.
Al respecto, la propia Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. recuerda que en muchos casos de la industria tecnológica los desechos electrónicos pueden y son enviados al extranjero para su reciclado. Un destino frecuente suele ser China, donde pueden ser mal manejados, causando graves problemas para la salud pública y al medio ambiente".
A pesar de todo, también es justo recordar que, según el informe, el iPhone no es el equipo más difícil de reparar. Ese sería el nuevo HTC One. La razón es su caja de metal, que, según iFixit, es casi imposible de abrir sin dañarlo.










