Cientos de jóvenes palestinos incendiaron esta madrugada la tumba del patriarca bíblico José, en la localidad cisjordana de Naplusa, que visitan habitualmente los peregrinos judíos, profundizando la tensión que vive la región en las últimas semanas.
El atentado, repudiado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, se perpetró en el denominado “Viernes de ira” convocado ayer por los palestinos contra la represión isarelí, y aunque no provocó víctimas generó una enorme indignación por el carácter sagrado del lugar.
El líder de Hamas, Ismael Haniyeh, afirmó hoy que la nueva Intifada palestina “está empezando y debe continuar”, en ocasión del sermón del viernes sagrado musulmán.
Los asaltantes irrumpieron en el recinto armados con cócteles molotov que arrojaron contra algunos de los edificios que descansan sobre la tumba del patriarca, en particular el reservado para la oración de las mujeres, según informan medios israelíes y reproduce la agencia de noticias Europa Press.
Las fuerzas de seguridad palestinas se vieron obligadas a hacer uso de sus armas de fuego para dispersar a los manifestantes mediante disparos al aire, según describieron el coordinador de Actividades del Gobierno Israelí en los Territorios (Palestinos), general Yoav Mordechai, así como el general de brigada David Menachem, director de la Administración Civil de Israel.
Según la Biblia, José, hijo de Jacob y de Raquel, fue vendido por sus hermanos celosos y conducido a Egipto, donde se convirtió en esclavo del faraón. A su pedido, José fue enterrado en tierra de Israel y su tumba se transformó en un lugar de peregrinaje. Algunos arqueólogos, sin embargo, dudan que la construcción albergue la tumba original de José y consideran más probable que se trata del sepulcro de un jeque medieval, lo que no impide que sea lugar sagrado de peregrinación para los judíos.
El templo descansa a los pies del Monte Gerizim de Nablús y cerca del campo de refugiados de Balata. Tras los Acuerdos de Oslo de 1993, el lugar pasó a manos de los palestinos que tienen su control y vigilancia, por lo que siempre fue lugar de tensiones con los israelíes. Hace casi 15 años, el 8 de octubre de 2000, el templo también fue incendiado y el entonces presidente de la ANP, Yasser Arafat, repudió el hecho e inmediatamente mandó reconstruirlo.
Como ha venido realizando cada semana del último mes, Hamas declaró la jornada de hoy como “Viernes de ira” en protesta contra Israel y su líder, Haniyeh, no dudó en afirmar en un mensaje difundido por Al Aqsa TV, la cadena de TV de ese movimiento islamista, que la Intifada “debe ser más violenta para defender Jerusalén y la Mezquita de Al Aqsa”.
En otro hecho separado, un palestino murió hoy tiroteado tras herir a un soldado israelí en un nuevo ataque con cuchillo cerca de la colonia judía de Kiryat Arba, en la ciudad palestina de Hebrón, informó el Ejército israelí. “El asaltante se disfrazó de reportero gráfico y atacó al soldado, hiriéndolo de forma moderada. Fuerzas en el lugar respondieron a la amenaza y dispararon al atacante que terminó muerto”, informa un comunicado militar.
Según fuentes médicas palestinas, en lo que va de mes murieron 12 palestinos y 200 han sido heridos en enfrentamientos con los soldados en Gaza, mientras que en Cisjordania y Jerusalén el número de heridos supera los 2.000 y el de muertos se eleva a 22.En tanto, por ataques palestinos murieron 7 israelíes en la oleada de violencia que sacude la región en las últimas dos semanas.
Fuente: AGENCIAS