Tras la muerte del Papa Francisco, se realizará una ceremonia llena de simbolismo en el Vaticano. El evento tendrá lugar en la Plaza de San Pedro y estará presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
¿Cómo fueron los funerales de los últimos Papas?
El funeral de Juan Pablo II:
Solo en la misa funeral, celebrada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger (futuro Benedicto XVI), se congregaron 500.000 personas en la Plaza de San Pedro y sus alrededores.
El evento contó con la participación de 157 cardenales, 700 obispos, 3000 sacerdotes y 169 delegaciones extranjeras, incluyendo 59 jefes de Estado y 10 monarcas.
Contó con la participación de unos 6000 periodistas fueron acreditados, y 137 televisiones de 81 países transmitieron el evento. Su cuerpo fue trasladado solemnemente desde la Sala Clementina hasta la Basílica Vaticana, pasando por lugares emblemáticos del Palacio Apostólico.
El funeral de Benedicto XVI:
Se evitó todo gesto ostentoso en la ceremonia. Solo dos delegaciones oficiales asistieron al funeral, las de Italia y Alemania. Benedicto XVI fue sepultado en la misma tumba que originalmente acogió los restos de San Juan Pablo II, en las Grutas Vaticanas.
El Funeral de Francisco:
Francisco aprobó nuevas normas litúrgicas para las exequias papales, buscando simplificar los ritos y reflejar la figura de un pastor y discípulo de Cristo.
A diferencia de la tradición de tres ataúdes (ciprés, plomo y roble), Francisco será enterrado en un único ataúd de madera revestido de zinc. Se eliminó el uso del catafalco o plataforma elevada donde se exponía el cuerpo del Papa. El cuerpo de Francisco ha estado en el ataúd a la vista de los fieles.
Rompiendo con la tradición del siglo XX de enterrar a los Papas en las Grutas Vaticanas, Francisco eligió ser sepultado en una capilla lateral de la Basílica de Santa María la Mayor, lugar de su gran devoción al icono de la "Salus Populi Romani". Su sepulcro será sencillo, en la tierra, sin decoración particular y con la única inscripción: "Franciscus".
Su funeral se celebró en la Plaza de San Pedro entre cuatro y seis días después de su muerte. Se espera la asistencia de líderes mundiales, fieles y peregrinos