El presidente estadounidense Donald Trump afirmó este sábado que está listo para aplicar "sanciones significativas" a Moscú, pero exigió el mismo comportamiento de parte de los países de la OTAN, a los que les pidió dejar de comprar petróleo ruso.

"Estoy listo para aplicar sanciones significativas contra Rusia cuando todos los países de la OTAN acuerden, y comiencen, a hacer lo mismo, y cuando todas las naciones de la OTAN PAREN DE COMPRAR PETRÓLEO A RUSIA", escribió el magnate republicano en Truth Social.

La compra de crudo a Rusia, señala Trump, permite que Putin siga obteniendo ingresos clave para sostener el conflicto bélico con Ucrania.

A día de hoy, la paz parece más lejos que nunca. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció que las negociaciones atraviesan una "pausa", un eufemismo para constatar que están estancadas.

La tercera ronda de negociaciones tuvo lugar el pasado 23 de julio y concluyó, igual que las dos anteriores, sin mayores resultados, aparte de algún acuerdo de intercambio de prisioneros y cadáveres.

El ultimátum del presidente de EE.UU., Donald Trump, devolvió a rusos y ucranianos a la mesa de negociaciones, pero la cumbre de mediados de agosto en Alaska echó por tierra seis meses de trabajo para que Putin declarara un alto el fuego.

El único compromiso de Moscú fue que muy probablemente el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, sea el que encabece la delegación rusa en la próxima ronda. El veterano diplomático es a día de hoy uno de los mayores halcones de la política rusa.

Además de negarse a reunirse, sino es en Moscú, con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Putin rechazó el despliegue de tropas occidentales tanto ahora como después de la firma de una paz, por lo que Washington es la última esperanza.

Mientras tanto, Trump repite que baraja la imposición de sanciones y tarifas comerciales, pero la llamada telefónica con la que buscaba presionar a Putin y que debía haberse producido esta misma semana, nunca llegó a tener lugar.