En esta noticia

Para muchos, lacatástrofe de Chernobyl fue el principio del fin del proceso de reformas denominado Perestroika, que implementó el fallecido Mikhail Gorbachov. Fue, además, una mancha negra dentro de la historia del último presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), un desastre que trató de ser encubierto hasta el último momento.

Todo comenzó en la noche del 26 de abril de 1986 cuando explotó el reactor número 4 de la planta de energía de Chernobyl, tras una serie de pruebas. La detonación llevó a un incendio en la central que provocó una nube de material radioactivo.

La catástrofe estuvo dominada por el secretismo. El gobierno resguardó la información de lo sucedido y, a pesar del enorme riesgo, los otros tres reactores de la planta siguieron funcionando.

Para buscar una solución al problema, Gorbachov creó una comisión secreta liderada por Boris Shcherbina, vicepresidente del Consejo de Ministros, para investigar las causas de la explosión. El primer acercamiento en helicóptero, unas 24 horas después de la explosión, evidenció la magnitud de la catástrofe.

Ni los bomberos de trabajaron en la sofocación del fuego, ni los habitantes de Prípiat, la ciudad más cercana a la central, fueron alertados de la situación. Fue dos días después que los pobladores conocieron lo que había pasado y se declaró la zona de exclusión de 30 kilómetros a la redonda. 16.000 personas fueron evacuadas.

Aún así, los dos millones de residentes de Kiev, hoy la capital de Ucrania, seguían sin tener idea de que estaba pasando. La primera alerta de los altos niveles de radiación llegó desde el norte de Suecia, concretamente desde la planta de Forsmark, luego de que un empleado notara altos niveles de radioactividad y estableciera que provenía de Chernobyl.

Solo después de eso, las autoridades soviéticas informaron a través de los canales oficiales de televisión lo que había ocurrido. "Hubo un accidente en la central de energía de Chernóbil y uno de los reactores resultó dañado", manifestaba el comunicado.

Hoy los restos, extremadamente radioactivos del reactor cuatro, aún se encuentran bajo el denominado "sarcófago", una deteriorada cripta de hormigón y acero, construida a toda prisa luego del accidente, y que 36 años después amenaza con desplomarse.

Consecuencias del accidente

Cáncer de tiroides, leucemia, cataratas, mutaciones y depresión fueron solo algunos de los efectos de la radiación documentados por la Organización Mundial de la Salud.

En un principio, fallecieron 28 personas por el accidente y más de 100 resultaron heridas. El Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas ha informado de que más de 6.000 niños y adolescentes desarrollaron cáncer de tiroides tras haberse expuesto a la radiación del incidente.

En esa línea la OMS determinó que existen evidencias para relacionar casos de leucemia en operarios y personas que estuvieron expuestas a la radiación. También se habrían encontrado pruebas que demuestran la asociación entre las elevadas dosis de radiación y la aparición de cataratas.

Chernóbil ha sido documentado como el accidente nuclear, junto con el de Fukushima, con mayor impacto psicológico. Esto provocó ansiedad ante la radiación, cambios en el estilo de vida (especialmente en la dieta, alcohol y tabaco), sensación de exclusión social, estrés asociado con la evacuación y la reubicación, y suicidios.