La canciller alemana Angela Merkel, que registró un arrollador triunfo en las elecciones legislativas del domingo, tendió ayer una mano a sus adversarios del partido socialdemócrata (SPD) para formar gobierno. Pese a su victoria histórica, la poderosa jefe de Gobierno alemana está obligada a pactar y formar alianzas, ya sea con los socialdemócratas o con los Verdes, para disponer de una mayoría en el Bundestag (Cámara baja del parlamento).

Estamos abiertos a discusiones. Tuve un primer contacto con el presidente del SPD (Sigmar Gabriel), declaró Merkel en una rueda de prensa ayer en Berlín. Pero Gabriel le pidió hablar primero con la cúpula del SPD, el viernes, algo que Merkel calificó de comprensible.

Con 41,5% de votos y 311 escaños, de los 630 que contará el próximo Bundestag, el partido conservador (CDU/CSU) de Merkel obtuvo el mejor resultado desde la reunificación de Alemania en 1990. Pero quedó a un paso de la mayoría absoluta.

El fracaso de sus aliados liberales demócratas del FDP que por primera vez en la historia de la República Federal Alemana se quedarán fuera del Parlamento al no haber alcanzado el 5% de los votos requeridos, deja a Merkel dos aliados posibles: el SPD (25,7%, 192 escaños) y los Verdes (8,4%, 63 escaños). Merkel está en cualquier caso en posición de fuerza para negociar una gran coalición derecha-izquierda, como la que dirigió de 2005 a 2009, durante su primer mandato.

En promedio, las negociaciones post electorales para formar un gobierno en Alemania duran aproximadamente un mes.

Los observadores estiman que, como Merkel ya tuvo una experiencia de cooperación con el SPD durante su primer mandato, es natural que su primera opción sea pactar con ellos. Pero el SPD, que políticamente fue la gran víctima de la última gran coalición, promete vender caro su apoyo a Merkel.

Merkel dejó también la puerta abierta a contactos con los Verdes, incluso si esta alianza es considerada poco probable por varios analistas.

La CDU tendrá de todas maneras que vivir con la presión de una mayoría matemática de los partidos de izquierda en las dos cámaras del Parlamento (Bundestag y Bundesrat).

Los socialdemócratas y los Verdes, asociados al partido de izquierda radical Die Linke, disponen de 319 escaños de 630 en el Bundestag.

Analistas europeos opinan que una gran coalición de Merkel con los socialdemócratas sería buena para Europa.

Ese pacto no supondría grandes cambios en su política, sobre todo respecto a Europa, pero aportaría un poco más de flexibilidad, coinciden analistas que ven como muy probable esa alianza.

Las autoridades británicas creen que Merkel también la clave respecto a la oferta del primer ministro David Cameron de negociar que algunos de los poderes de la UE vuelvan a las capitales europeas, antes de que someta a referéndum la membresía de Reino Unido a la UE en 2017.

El ministro francés de la Industria, Arnaud Montebourg, dijo por su parte que Merkel podría comenzar a implementar un salario mínimo que mejore las condiciones de los trabajadores alemanes peor pagados.

Nuestra obligación común es impulsar a Europa en una nueva dirección, para asegurar que esta región -que es la única del mundo en recesión- se convierta en un área de crecimiento de nuevo.

Políticos y analistas del sur de Europa expresaron sus esperanzas de una gran coalición en la que los socialdemócratas (SPD) de centroizquierda, que finalizaron segundos en las votaciones, suavicen las políticas de austeridad de Merkel y apoyen medidas de estímulo económico.

Ver FT, pág. 15