El número de estadounidenses que renunciaron voluntariamente a sus puestos de trabajo aumentó hasta un récord de 4,5 millones en noviembre, una muestra de confianza en el mercado laboral y un indicio de que los salarios más altos podrían prevalecer durante un tiempo.
El aumento en el número de personas que dejaron sus trabajos se observó de manera generalizada en todas las industrias e impulsó la tasa de renuncia a un 3%, la mayor desde 2000.
El aumento de 370.000 renuncias respecto a octubre registrado en el informe mensual del Departamento de Trabajo sobre ofertas de empleo y rotación de personal, o JOLTS, estuvo liderado por el sector de los servicios de alojamiento y alimentación.
También se produjeron grandes aumentos en los ámbitos de la atención sanitaria y la asistencia social, así como en los sectores del transporte, el almacenamiento y los suministros de energía. Las cuatro regiones de Estados Unidos registraron un aumento del número de personas que abandonaron sus puestos de trabajo.
Las ofertas de empleo, una medida de la demanda laboral, cayeron en 529.000, hasta un todavía alto 10,6 millones, según cifras del último día de noviembre. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto 11,075 millones de vacantes. Se produjeron grandes descensos en las ofertas de empleo de los sectores de alojamiento y alimentación, construcción y fabricación de bienes no duraderos.