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Los máximos responsables de la cadena británica BBC renunciaron esta semana en medio de una escalada de tensiones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien los acusó de manipular deliberadamente uno de sus discursos.
Tim Davie, director general de la corporación pública británica desde 2020, y Deborah Turness, directora ejecutiva de noticias desde 2022, presentaron sus dimisiones tras el estallido de una controversia que pone nuevamente en el centro del debate la relación entre los medios de comunicación y el poder político.
Escándalo en BBC: el origen de la controversia
La polémica se desató cuando el diario británico The Telegraph publicó documentos internos que revelaban cómo el programa Panorama, uno de los espacios periodísticos más emblemáticos de la BBC, había editado un discurso de Trump correspondiente al 6 de enero de 2021, fecha en que se produjo el asalto al Capitolio estadounidense.
Según la información difundida por The Telegraph, la edición del video habría presentado las declaraciones del mandatario republicano de manera que parecía incitar explícitamente a sus seguidores a atacar la sede del Congreso norteamericano. La BBC no negó la edición del material, aunque tampoco ha emitido un comunicado oficial detallando los criterios editoriales aplicados en ese documental.
El discurso original de Trump -pronunciado ese día durante una manifestación frente a la Casa Blanca- es considerado clave en la investigación sobre los eventos del Capitolio. ¿Qué ocurrió? Allí manifestantes irrumpieron violentamente en el edificio mientras se certificaba la victoria electoral de Joe Biden.
Cuál fue la reacción de Trump
Tras conocerse las renuncias desde Londres, el presidente estadounidense celebró la noticia en su plataforma Truth Social: “Los altos cargos de la BBC, incluido Tim Davie, el jefe, están dimitiendo/siendo despedidos porque los pillaron manipulando mi excelente (¡PERFECTO!) discurso del 6 de enero”.
Trump, quien mantuvo históricamente una relación conflictiva con diversos medios de comunicación internacionales, agradeció especialmente a The Telegraph “por desenmascarar a estos ‘periodistas’ corruptos”, a quienes calificó como “personas muy deshonestas que intentaron manipular las elecciones presidenciales”.
En una segunda publicación, el mandatario fue más allá y cuestionó el rol de medios extranjeros en la política estadounidense: “Por si fuera poco, son de un país extranjero, uno que muchos consideran nuestro principal aliado. ¡Qué terrible para la democracia!”.
El contexto de la BBC
La BBC, fundada en 1922, es una de las corporaciones de medios públicos más importantes del mundo y se financia principalmente a través de una licencia que pagan los hogares británicos. Su modelo de financiamiento público la obliga a mantener estándares de imparcialidad especialmente rigurosos.
Davie y Turness eran responsables de la estrategia editorial y la producción integral de contenidos de la cadena, que incluye servicios de radio, televisión y plataformas digitales en múltiples idiomas. Durante la gestión de Davie, la BBC enfrentó múltiples cuestionamientos tanto desde sectores conservadores como progresistas británicos sobre su supuesta parcialidad en diversos temas.
Este episodio se suma a una serie de tensiones recientes entre la BBC y diferentes actores políticos, incluyendo críticas del gobierno británico por su cobertura del Brexit y acusaciones de sesgo ideológico desde distintos sectores del espectro político.
Implicancias para el periodismo internacional
El caso reabre el debate sobre los límites de la edición periodística, especialmente cuando se trata de declaraciones de figuras políticas relevantes. Los críticos de la BBC señalan que cualquier edición que altere el sentido original de un discurso constituye una falta ética grave, mientras que defensores de la cadena argumentan que la contextualización y selección de fragmentos es inherente al trabajo periodístico.
La corporación británica aún no ha designado reemplazos para los cargos vacantes, y se espera que el consejo de administración de la BBC anuncie próximamente los pasos a seguir para restaurar la confianza en la institución.
Esta controversia ocurre en un momento de particular fragilidad para los medios de comunicación tradicionales, que enfrentan crecientes acusaciones de parcialidad desde diferentes sectores políticos en múltiples países, incluyendo Argentina, donde el debate sobre la objetividad periodística se ha intensificado en los últimos años.