La crisis política en Bolivia se profundiza cada vez más. En las últimas horas renunció el ministro de Defensa, Javier Eduardo Zavaleta López. Al dar un paso al costado, el funcionario envió una carta en la que expresó que su voluntad "fue siempre preservar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas al servicio de la población".
"Jamás dimos una orden para que nuestros soldados y marineros empuñen un arma contra su pueblo y jamás la daremos", indicó Zavaleta. "El Estado que construimos es una Bolivia en la que un militar debería encarar la defensa de su patria al lado de su pueblo y no contra él, por lo tanto, la responsabilidad de volver a las armas contra el pueblo será de aquellos que tomaron esa decisión", añadió.
"Señor Carlos Mesa (ex presidente y principal contrincante de Morales en las elecciones), señor Fernando Camacho (líder de un comité cívico, a los que Morales acusó de orquestar el golpe de estado para sacarlo del poder) un asunto político no se resuelve aumentado el calibre de la represión contra sus compatriotas, las balas no son la respuesta ni la solución", escribió.
"La política son las ideas contra las ideas y no el zumbar de las balas", concluyó en su misiva de dimisión. El ahora ex ministro de Defensa es el decimotercer funcionario en anunciar su salida en medio de la crisis desatada tras la primera ronda de los comicios del 20 de octubre, en los que el Comité Electoral dio como ganador a Evo Morales, pero que la oposición no reconoció.