La vacuna de Pfizer y BioNTech se acercó un poco más a la autorización para uso de emergencia en los Estados Unidos luego de que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) confirmara que su sistema de doble aplicación tenía una eficacia del 95% y que comienza a actuar entre siete y 10 días después de la primera dosis.

La vacuna no presenta mayores problemas de seguridad, según la comisión asesora de la FDA, aunque no hay suficientes datos para evaluar su seguridad de la vacuna en menores de 16 años, embarazadas y personas con inmunodeficiencia. En cuanto a los efectos secundarios, los problemas más comunes que se registraron fueron dolor en el sitio de la inyección, fatiga y dolor de cabeza.

Por otra parte, hubo un total de seis muertes en la última etapa del ensayo de Pfizer, dos de ellos entre los pacientes que recibieron la vacuna y el resto de placebo, indicaron los documentos. Todos los decesos representan eventos que ocurrieron a una misma tasa en la población general, dijeron desde la FDA.

El panel de científicos publicó los resultados de su informe a sólo dos días de la Reunión del Comité Asesor sobre Vacunas y Productos Biológicos Relacionados, donde un grupo independiente de expertos decidirá si aprueba o no la vacuna de Pfizer para su uso de emergencia. Aunque no es vinculante, el hecho de que los científicos hayan concluido que la información presentada por los laboratorios es "consistente" con las recomendaciones de la agencia es un buen indicio de lo que se puede esperar el jueves.

Si la FDA finalmente recomienda la vacuna para su uso de emergencia, eso significa que algunas personas podrán empezar a recibirla incluso mientras la agencia continúa analizando información sobre el producto. Una vez que la FDA recomiende su uso sólo será cuestión de días hasta que sea autorizada y pueda comenzar el proceso de vacunación.

Por otra parte, ayer el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para garantizar el acceso prioritario de los estadounidenses a las vacunas financiadas por el gobierno. Ayer, EE.UU. superó la barrera de los 15 millones de contagios (un millón en apenas cinco días), mientras que las muertes desde el inicio de la pandemia ascienden a 285.643.

Según informes del Washington Post y del New York Times, Pfizer –miembro de la Operación Warp Speed, una iniciativa del gobierno para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus– le había informado la Administración Trump que no podría suministrarle dosis adicionales (EE.UU. ya adquirió 100 millones de dosis, suficientes para vacunar alrededor del 15% de la población) hasta junio o julio próximos, debido a la demanda global de su vacuna. La Casa Blanca trató de llevar tranquilidad y aseguró que también tiene contratos con otras empresas.

Por su parte, el presidente electo Joe Biden afirmó ayer que su objetivo será que se apliquen 100 millones de dosis en sus primeros 100 días de mandato.

Del otro lado del Atlántico, el Reino Unido comenzó ayer su campaña masiva de vacunación tras aprobar la vacuna de Pfizer y BioNTech la semana pasada. Una mujer de 90 años, Margaret Keenan , fue la primera persona en recibir la vacuna.

El Reino Unido ordenó suficientes dosis como para vacunar a 20 millones de personas. Se espera que alrededor de 800.000 dosis estén disponibles para la primera semana, con prioridad para los residentes y empleados de asilos de ancianos.

"Si logramos hacer eso para todos los que son vulnerables a esta enfermedad, podemos seguir adelante y podemos volver a la normalidad", dijo el secretario de Salud, Matt Hancock, y adelantó que se espera que millones de británicos se vacunen para fin de año.