Las autoridades de Austria decidieron que convertirán la casa en la que nació Adolf Hitler en una comisaría, según informó el ministro de Interior austriaco, Karl Nehammer, y aclaró que no habrá ninguna sala ni monumento conmemorativo.
La decisión del Gobierno pone fin a un largo tira y afloje sobre el uso que se debía hacer de la casa en la que nació Hitler, situada en la localidad austriaca de Braunau am Inn: "Austria ha tardado mucho tiempo en este camino de confrontación con la propia Historia. Pero ahora estamos en el camino correcto", subrayó Nehammer, y dijo que serán eliminados todos los cambios hechos por los nazis en la fachada del inmueble.
La reforma del edificio pretende evitar que la zona se convierta en un lugar de peregrinación para los neonazis. La lápida conmemorativa situada en frente de la casa será probablemente llevada a un museo.
"El objetivo no es crear un espacio conmemorativo que se relacione con este nacimiento", ha explicado Hermann Feiner, jefe de departamento del Ministerio de Interior, antes de señalar que la arquitectura de la casa con dos frontones debe ser muy sencilla y discreta.
Los costos de las obras de renovación y conversión, que finalizarán en 2023, se han estimado en u$s 5.5 millones (cinco millones de euros). El concurso a nivel europeo para estas obras ha sido adjudicado al estudio de arquitectura austriaco 'Marte.Marte'.
Durante mucho tiempo, la casa albergó un taller para personas con discapacidad. Desde 2011, el edificio, que está directamente en la frontera con Alemania, ha permanecido vacío. La anterior propietaria fue expropiada después de años de disputa por el saneamiento necesario y fue indemnizada con unos 800.000 euros. El Estado austriaco es el propietario oficial del inmueble desde 2017.