La policía brasileña allanó hoy la casa del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, principal enemigo político de la presidenta Dilma Rousseff y quien desató el proceso de impeachment en su contra.

Cunha está acusado de haberse beneficiado del esquema de corrupción en Petrobras, y la justicia suiza descubrió que poseía cuentas secretas en ese país, que los magistrados brasileños investigan si fueron abastecidas con sobornos que ascenderían a u$s 5 millones.

Agentes de seguridad llegaron temprano a la residencia de Cunha en Brasilia, mientras ocurren otras operaciones en varios estados de Brasil, que involucran a autoridades federales, y que buscan evitar que los investigados destruyan pruebas importantes en el marco de la investigación.

Cunha, poderoso legislador evangélico que le declaró la guerra a Dilma, aceptó a inicios de diciembre dar su aval a un pedido de impeachment contra la presidenta, paso inicial para juzgarla. Rousseff conduce un país que sufre una fuerte crisis económica y su popularidad ronda el 10%.

El mismo Cunha es objeto de un proceso disciplinario en el Consejo de Ética de Diputados, por haber mentido a sus colegas sobre las cuentas en Suiza, y está acusado de ejecutar diversas maniobras para retrasar ese proceso, que puede terminar con su mandato al frente de la cámara Baja.