La reina Isabel II inauguró formalmente las sesiones en el Parlamento británico y leyó el programa de gobierno para los próximos dos años de la premier Theresa May, sin que ésta disponga aún de mayoría absoluta de diputados para gobernar.
Hacía muchas décadas que no se planteaba esta situación en la inauguración de las sesiones parlamentarias, y se debe a que el Partido Conservador de May sólo obtuvo 317 de los 650 diputados en los comicios del 8 de junio y no hubo agrupaciones que accedieran a unirse para formar gobierno, salvo el norirlandés Partido Unionista Democrático (DUP, en inglés), que aún está negociando su apoyo de 10 diputados.
Los laboristas con 261 bancas dejaron a May la obligación de gobernar en minoría, a través de una alianza con otro partido.
El programa de gobierno que leyó la monarca prácticamente se restringió al Brexit: "La prioridad de mi gobierno es conseguir el mejor acuerdo posible para cuando el país abandone la Unión Europea (UE)", dijo la reina, en nombre de la primer ministra, y agregó que tratará de "conseguir el mayor consenso posible sobre el futuro del país fuera de la UE".
El Discurso de la Reina será debatido en los próximos días y el 29 de junio será sometido a votación de las cámaras de los Comunes y de los Lores, lo cual revelará el verdadero poder del que dispondrá May para gobernar y pactar, también en relación directa con el reciente inicio de las negociaciones con la UE por el Brexit.
Aunque no hay antecedentes sobre el procedimiento a seguir en caso de que la oposición introduzca una enmienda al discurso de la reina, en las actuales circunstancias se interpretaría como una moción de censura que podría desembocar en nuevas elecciones.
El líder laborista Jeremy Corbyn dijo que el programa de May es "andrajoso", "de un gobierno que ha perdido su mayoría y aparentemente se ha quedado también sin ideas". El diario conservador The Times sentenció; "Downing Street es un vacío".
Luego de la reina, habló May y pidió disculpas por la reacción inicial del Estado al reciente incendio de una torre de viviendas sociales en Londres en el que murieron 79 personas. "Como primera ministra, pido disculpas por ese fracaso".
En el actual malestar generalizado de los británicos son decisivos los cuatro atentados que dejaron 35 muertos en tres meses.