

Tras 19 días de angustia, el Ejército israelí comunicó ayer a las familias de los tres estudiantes judíos desaparecidos en Cisjordania el pasado 12 de junio la noticia que no deseaban: sus cuerpos sin vida fueron hallados bajo un montón de rocas cerca de la ciudad palestina de Hebrón.
Allí, en una zona agreste entre las aldeas de Halhul y Beit Kahil los soldados habían centrado sus pesquisas tras juntar un puñado de pruebas. La más importante, que dos hombres de esta localidad uno de los bastiones del movimiento islamista Hamás en Hebrón, miembros de su brazo armado y antiguos presos en cárceles de Israel faltaban de su casa desde el mismo día de los hechos.
Casi tres semanas después, y tras un amplio operativo en el que han participado miles de soldados y voluntarios y han sido detenidas más de 500 personas en su mayoría miembros de Hamás los cuerpos de Eyal Yifrah, de 19 años, y de Gilad Shaar y Naftali Fraenkel, ambos de 16, aparecieron en las tierras familiares de uno de los sospechosos.
Apenas confirmarda la noticia, y antes de reunirse con el gabinete de Seguridad, el primer ministro Benjamín Netanyahu, advirtió a Hamás que pagará por lo ocurrido y volvió a exigir al presidente palestino, Mahmud Abbas, que rompa con ese grupo al que EE.UU. y Europa califican de terrorista.
Fueron secuestrados y asesinados a sangre fría por animales con forma de humanos, declaró Netanyahu. Hamas es responsable y pagará, advirtió.
Por su parte, el movimiento islamista replicó que una eventual ofensiva militar israelí abriría las puertas del infierno.
Si los ocupantes se lanzan a una escalada o una guerra, abrirán sobre sí mismos las puertas del infierno, declaró un vocero de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri. Y pidió poner en duda la versión israelí de los hechos.
Las conjeturas se centran ahora en saber cuándo y cómo fueron asesinados, y los esfuerzos en encontrar a los dos principales sospechosos, cuyos nombres están en manos de los investigadores desde el principio.
Los estudiantes fueron secuestrados cuando hacían dedo en un cruce sin vigilancia situado entre la ciudad palestina de Hebrón y el bloque de colonias de Gush Etzión, donde estudiaban. Esa noche uno de ellos telefoneó a la Policía para denunciar que estaba siendo secuestrado.
La segunda variante a resolver es de índole política y está relacionada con la respuesta que Israel dará a un secuestro y un asesinato del que responsabiliza a Hamás pero también a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) por el acuerdo de reconciliación firmado en abril. Abbas, bajo enorme presión pese a haber condenado el secuestro, convocó por su parte al gabinete para analizar la situación y los pasos a dar.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el crimen. Estados Unidos condena en los términos más fuertes posibles este acto de terrorismo insensato cometido contra jóvenes inocentes, declaró en un comunicado.










