A medida que se acerca la fecha límite del 2 de agosto que determinará si Estados Unidos entra en cese de pagos o no, el gobierno de China sigue con mucha atención las negociaciones. Su interés pasa fundamentalmente porque el banco central del país asiático es el mayor poseedor extranjero de bonos de la deuda soberana de EE.UU. y un eventual default le afectaría directamente: según datos del Departamento del Tesoro estadounidense, de mayo de 2011, China tiene u$s 1,16 billones en bonos.

Sin embargo, en su edición de ayer, el diario estatal China Daily señala que los economistas chinos creen que es poco probable que llegue a haber un default de la deuda de EE.UU. , informa la BBC en su portal de Internet.

La agencia estatal británica agrega que el diario cita a Xu Hongcai, especialista del Centro Chino de Intercambios Económicos Internacionales, diciendo que se trata sólo de un juego político entre los dos principales partidos estadounidenses.

No creo que en EE.UU. habrá una crisis de la deuda pero sus altos déficits podrían forzar al gobierno estadounidense a recortar el gasto fiscal, le dijo Xu al diario, según consigna la BBC.

Pero en el casi improbable caso de que Estados Unidos cayera efectivamente en default, el resultado podría ser muy grave y espero que dejen de jugar con fuego, dijo Li Daokui, asesor del Banco Popular de China, el banco central, el mes pasado.

Li advirtió que si ocurriera un impago, el gobierno de Beijing debería consultar con el de Estados Unidos. China puede prometer que no vamos a vender nuestras tenencias de deuda de EE.UU., pero Washington también debe prometer que no dañará nuestros intereses, garantizando la seguridad de nuestra inversión.

Otros analistas señalaron que el gran riesgo es que si el dólar estadounidense se debilita más, aumentarían los precios globales de las materias primas, lo que traería como consecuencia una mayor presión inflacionaria sobre China.