Esta semana se dio a conocer que Blackberry venderá todas las patentes de sus teléfonos celulares, mensajería y redes inalámbricas a Catapult IP Innovations Inc. por u$s 600 millones.

Catapult es un vehículo inversor que se dedica específicamente a adquirir patentes de empresas y el capital para la transacción fue obtenido mediante un préstamo que le otorgó la firma canadiense de inversiones Third Eye Capital.

Según trascendió, Blackberry conservará sus patentes más importantes que necesita para seguir subsistiendo en el negocio de la ciberseguridad.

La firma canadiense reinó el mercado de los celulares entre los años 2008 y 2009, cuando alcanzó el 20% de la cuota total del mercado de teléfonos inteligentes. 

Desde 1999, la marca lanzó varios modelos de smartphones exitosos que fueron adoptados de manera masiva y a escala mundial por 36 millones de personas.

Sin embargo, Apple le ganó terreno y en 2010, había más iPhone que celulares Blackberry en el mercado estadounidense. En 2022, la empresa pone punto final a este vertical, mediante la venta de todas sus patentes de telefonía móvil.

En ese entonces comenzó la decadencia, a pesar de que la firma no dejó de crecer en todo el mundo y en 2012 poseía 79 millones de usuarios en todo el globo.

Para 2016, Blackberry solo tenía 0,6% del mercado estadounidense, contra el 52,7 % de Android; el resto, era todo de Apple.

En el 2012, sus fundadores y CEOs renunciaron y abrieron paso a una restructuración total de la compañía que fue realizada por John Chen, un profesional que se dedica específicamente a reformular negocios de empresas en decadencia.

Finalmente, Blackberry se reconvirtió y pasó a vender software de ciberseguridad y servicios de internet de las cosas (conocido por sus siglas en inglés IoT) en ámbitos empresariales y automovilísticos.

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