Si bien el mundo de las criptomonedas vienen tomando fuerza en Argentina, no todas las inversiones son recomendables. Una de esas inversiones es Vayocoin, un criptomoneda basada en el protocolo BEP-20 de la Binance Smart Chain. Esto quiere decir que los fundamentos, el "plano general" de la criptomoneda (como quién puede comprarla, cómo se emite, cómo se transfiere, etc), están dictaminados por este estándar que, a su vez, es compartido por otras monedas similares.
Según indica el portalInfobae, la criptomoneda que en algún momento fue promocionada por Pampita, L-Gante, Marcelo Tinelli, Candelaria Ruggeri, Zaira Nara, Jimena Barón, Horacio Cabak, Cinthia Fernández, José María Listorti y Natalia Oreiro aparece en un edicto de la Inspección General de la Justicia IGJ como una empresa excluida las operaciones comprendidas en la ley de entidades financieras. Los registros comerciales, además, revelaron que Vayo Business S.A. emitió 18 cheques, durante marzo, por un valor de $ 13,9 millones : todos fueron rechazados por falta de fondos. Pero no es la única deuda: tampoco han pagado los aportes de sus empleados durante los últimos dos meses.
Más allá del aspecto financiero y puramente especulativo de algunos proyectos cripto, desde la tecnología también la criptomoneda deja mucho que desear.
Según el sitio Token Sniffer, que se dedica a evaluar proyectos de criptomonedas, Vayocoin presenta un puntaje sumamente bajo, tan solo 10/100 (mientras más alto, más seguro y confiable el proyecto).
El sitio remarca que el código de la criptomoneda es muy similar a otros proyectos, esto quiere decir que es posible que simplemente sea una implementación básica, sin ningún aporte de valor desde la funcionalidad o usabilidad. Como cualquier usuario puede lanzar su propio token en el ecosistema de Binance Smart Chain, muchas empresas simplemente copian el código mínimo e indispensable para la funcionalidad y lanzan su token al mercado. Como el negocio está en el marketing, el networking y la publicidad la utilidad del token pasa a un segundo plano.
En efecto, Vayocoin es técnicamente similar a muchas otras criptomonedas de dudosa procedencia y sin ningún tipo de impacto en el mercado de tokens más reconocidos.
En este sentido, otro de los problemas que presenta el proyecto es que la enorme cantidad de la oferta de la moneda está en manos de una sola dirección (una sola billetera). Según datos de BSCScan, un sitio que monitorea las transacciones de criptomonedas basadas en Binance Smart Chain, más del 99% de las criptomonedas pertenecen a lo que se estima es la billetera genesis del proyecto.
Es por esto que el proyecto podría considerarse un honeypot, una cripto que es muy fácil de comprar pero muy difícil de vender. Esto se conoce como "liquidez", es decir, cuán fácil es comprar y vender la cripto en algún mercado de criptomonedas. Al ser un token de BSC, se estima que se usara el token nativo de la red para realizar las transacciones. Sin embargo, al ver las transacciones de Vayo en su blockchain, puede ver que tan solo se han movido 11 vaycoins hacia el pool de liquidez.
Al analizar cómo impacta en las transacciones en un exchange como PancakeSwap, se ve que al tener poca liquidez, el impacto en el precio es alto (más del 15%).
En este sentido, el circulante de vayocoin es de 50 millones de tokens, lo que representa un marketcap teórico de US$ 12.000 millones. Sin embargo, la liquidez es de tan solo US$ 8.000. Sumado a esto, tan solo hay 943 billeteras de vaycoin creadas.
En resumen, no se trata estrictamente de una estafa piramidal, ya que no necesita de nuevos ingresantes para pagar retornos a los anteriores, pero sí presenta diversas "banderas rojas" de alerta desde el acaparamiento por parte de una sola cartera hasta la falta de liquidez.
