Científicos de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos), indicaron que aplicar las dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID 19 (coronavirus) en la misma zona de la primera inoculación, aumenta el nivel de eficacia gracias a la "memoria activa de las células defensivas de linfocitos B".

"Las inmunizaciones de refuerzo en sitios locales y en sitios distales provocan niveles comparables de IgG sérica de recuerdo", detalló el texto publicado en la revista Science Immunology, en su apartado conclusivo.

El análisis dado a conocer el 6 de mayo, comparó las respuestas de los anticuerpos circulantes (Ab) después de las inmunizaciones de refuerzo en sitios locales y distales, aplicadas en ratones con hemaglutinina (HA) H1 SI-06 de influenza.

"Ocho días después del refuerzo, las inmunizaciones aumentaron las concentraciones de anticuerpos IgG séricos específicos de HA en aproximadamente 12 veces ( P < 0,001; refuerzos ipsilaterales, 14 veces; refuerzos contralaterales, 10 veces; Fig. 1, B y C)", agrega el informe.

El inmunólogo de Duke y primer autor del estudio, Masayuki Kuraoka, explicó que la respuesta más potente de las células B "es especialmente importante cuando se trata de hacer frente a los virus que van mutando constantemente, con el de la gripe, el COVID o el sida".

"Hay un estudio muy interesante que dice que hay que ponerse la vacuna en el mismo brazo, porque el estímulo de la memoria inmunológica tiene influencia sobre los linfocitos", señaló este jueves el médico epidemiólogo, Hugo Pizzi, en diálogo con Cadena 3.

La investigación ratificó también que el grado de inmunización fue "mejor" cuando se ponen vacunas de distinto tipo, lo que se conoce como una vacunación heteróloga.

"Con cuatro meses puede colocarse la cuarta vacuna, y no es necesario preocuparse por la marca, porque independientemente de la mezcla, la efectividad era del 70%", concluyó Pizzi.