

El cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos (ER+) representa el 70% de los casos y a pesar de los avances que se dan en los tratamientos, la recurrencia es un desafío constante.
El anuncio del estudio de Fase III lidERA en el reciente San Antonio Breast Cancer Symposium 2025 marca un hito de alcance global: el fármaco Giredestrant, un degradador selectivo del receptor de estrógeno (SERD) demostró superioridad en el tratamiento del Cáncer de mama ER+/HER2- temprano, reduciendo el riesgo de recurrencia en un 30%.
“Este beneficio es sustancial y la noticia emerge como una de las más impactantes de la oncología actual, promete redefinir el tratamiento adyuvante para el cáncer de mama receptor estrogénico positivo, que es el más frecuente”, señala la Dra. Margarita Alfie.

Las terapias endocrinas estándar, con tamoxifeno, anastrozol o letrozol, han sido el pilar en el tratamiento adyuvante desde hace más de 20 años, pero enfrentan problemas de adherencia por los eventos adversos y los mecanismos de resistencia que generan la recurrencia de la enfermedad
Resultados que cambian las guías
Durante la presentación en el San Antonio Breast Cancer Symposium 2025, el análisis intermedio del ensayo lidERA reveló que Giredestrant adyuvante redujo el riesgo de recurrencia invasiva o muerte en un 30% (iDFS) frente al tratamiento estándar.
Esto no es solo una mejora estadística, sino un beneficio clínicamente significativo. A los tres años, el 92.4% de las pacientes con ese medicamento estaban libres de enfermedad.

Giredestrant es el primer fármaco en casi 25 años que demuestra superioridad sobre las terapias endocrinas existentes en el ámbito curativo. Además, demostró una reducción del 31% del riesgo de recurrencia a distancia. Fue bien tolerado, con efectos adversos manejables, crucial para la adherencia a largo plazo.
“Esta superioridad posiciona a Giredestrant como un potencial nuevo estándar de atención. Estos datos son esenciales para las pacientes diagnosticadas en etapa temprana, donde la posibilidad de curación es mayor”, afirma Alfie.
Y concluye: “Continuaremos el seguimiento de los datos de supervivencia global (OS), que ya muestran una clara tendencia positiva, mientras la comunidad oncológica se prepara para implementar esta innovación, sabemos que hay un nuevo horizonte”.













