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Los trucos fáciles y económicos son cada vez más populares por quienes se preocupan por la limpieza de la casa. Uno de los más conocidos y populares es el de tirar sal gruesa en las rejillas de los desagües, ya que suelen ser lugares en donde se acumula mucha suciedad y malos olores.

Por qué sirve tirar sal gruesa en las rejillas de los desagües

Uno de los principales beneficios de la sal gruesa es su capacidad abrasiva natural. Al caer por la rejilla junto con agua caliente, ayuda a desprender restos de grasa, jabón y suciedad acumulada en las paredes internas de las cañerías. A diferencia de productos químicos agresivos, la sal actúa de forma más suave y no daña las tuberías.

En la misma línea, cuenta con propiedades desinfectantes gracias a que reduce la humedad. Esto crea un entorno poco favorable para las bacterias y hongos, factor que ayuda a disminuir la proliferación de microorganismos responsables de los malos olores.

Se aconseja hacerlo una vez a la semana o cada 15 días como medida preventiva para tapones, ya que ayuda a limpiar el corredor de agua y evita que se formen obstrucciones serias que requieran intervención de un plomero.

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Cómo usar el truco de la sal gruesa correctamente

Para que el método sea realmente efectivo, no alcanza solo con tirar la sal. Se debe volcar una taza de sal gruesa directamente en la rejilla y verter agua hirviendo de manera lenta y cuidadosa.

El agua caliente potencia la acción de la sal, ya que ayuda a derretir la grasa acumulada y a arrastrar los residuos hacia el interior de la cañería. Este procedimiento debe realizarse preferentemente de noche, cuando los desagües no se usan durante varias horas.