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Estamos a poco menos de dos meses de que se cumpla un siglo de vida uno de los mitos de la industria del entretenimiento del siglo XX (y de lo que va del XXI). El 16 de octubre de 1923, Roy y Walt, dos hermanos de Chicago, Estados Unidos, crearon formalmente una pequeña productora para producir películas. Se trataba, claro, de Disney. El cine de animación ya existía, pero nada parecía augurar que esa pequeña productora sería una mina de oro. Cinco años después, en 1928, nace el personaje que representa a Disney por antonomasia: Mickey Mouse, la gran creación de Walt.
Con el tiempo, Disney pasó de ser una pequeña productora para convertirse en un gigante del entretenimiento, un titán empresarial casi inclasificable que, además, fue sumando bajo su órbita a otros enormes jugadores del rubro, como Fox, Marvel, Pixar y Lucasfilm. Abarca productoras, plataformas de streaming (Disney+ y Star+), es líder en transmisiones deportivas con ESPN y, por supuesto, tiene los parques temáticos más famosos del mundo.
La polémica por los despidos
Precisamente en el año de su centenario, que debería ser de festejos y buenas noticias, Disney ha estado en el centro de la polémica por casos de despidos que pueden parecer muy distintos pero que tienen un denominador común: las sospechas de discrecionalidad y persecución a empleados como política de decisiones empresariales.
El caso más resonante, que ocupó páginas y páginas del periodismo de espectáculos hollywoodense, fue el de Victoria Alonso. Desconocida para el gran público, se trataba del factótum de Marvel. Fue productora Ejecutiva de todas las series y películas de la compañía desde Avengers (2012) y, simultáneamente, Vicepresidenta Ejecutiva de Producción y encargada de los departamentos de Producción, Post-producción y Efectos visuales y animación. En resumen: Alonso era Marvel. Hasta que, este año, fue despedida por Disney y, naturalmente, las versiones comenzaron a correr. Variety, uno de los grandes medios hollywoodenses, aseguró que la salida de Alonso fue una represalia de Disney porque la productora trabajó para el film Argentina, 1985 (producida por Amazon, competencia de Disney) y, además, jugó un papel importante en su promoción. Según Variety, a Alonso se le recordó repetidamente por escrito que estaba violando su contrato.
Sin embargo, la vinculación del despido de Alonso con su participación en Argentina, 1985 fue desmentida por su propia abogada, Patty Glase. "La idea de que Victoria fue despedida por un puñado de entrevistas de prensa relacionadas con un proyecto de pasión personal sobre los derechos humanos y la democracia que fue nominado para un Oscar y en el que obtuvo la bendición de Disney para trabajar es absolutamente ridículo", aseguró. De todos modos, lejos de despegar a Disney de un despido arbitrario, dio a entender que el conflicto se debió a otro motivo, del cual no dio muchas pistas: "Victoria, una latina gay que tuvo el coraje de criticar a Disney, fue silenciada. Luego fue despedida cuando se negó a hacer algo que creía reprobable. Disney y Marvel tomaron una decisión realmente mala que tendrá graves consecuencias. Hay mucho más en esta historia y Victoria lo contará en breve, en un foro u otro".
La versión que dio The Hollywood Reporter parece estar más vinculada a las enigmáticas declaraciones de la abogada. Según el medio, Victoria Alonso se negó a censurar algunas escenas de Ant-Man 3para su distribución en Kuwait. Particularmente, una bandera de la comunidad LGBTQ, un diálogo en el que se decía el término "orgullo" y unas escenas de consumo de alcohol. Disney habría tenido que recurrir a un estudio independiente para realizar esa edición, porque Alonso no autorizó realizar esos cambios. Esta versión no fue confirmada aún por las partes involucradas, pero lo cierto es que Alonso y Disney cerraron un acuerdo compensatorio multimillonario.
Lejos de los flashes hollywoodenses, hubo episodios similares en el plano local. Hace sólo dos meses, tres reconocidos periodistas deportivos de ESPN (Pablo Ladaga, Damián Trillini y Javier Tabares) fueron repentinamente despedidos de la señal. Los involucrados, que participaban de transmisiones del fútbol argentino, atribuyeron sus despidos a ciertas opiniones vertidas al aire que evidentemente no se adecuaban a la línea editorial del medio.













