

Este gesto, común en muchas interacciones, despierta curiosidad y hasta sospechas. Sin embargo, la psicología indica que no siempre es sinónimo de mentira o falta de confianza.
Los especialistas señalan que la mirada es una herramienta poderosa en la comunicación. Mantener contacto visual transmite seguridad, pero apartarla puede responder a múltiples factores: desde timidez hasta sobrecarga emocional.
¿Qué significa desviar la mirada?
Cuando una persona aparta los ojos, puede estar buscando procesar información o reducir la tensión. El contacto visual prolongado activa áreas del cerebro vinculadas a la atención y la emoción, lo que genera incomodidad en quienes son más introvertidos.
También puede ser una estrategia para pensar mejor la respuesta. Mirar hacia otro lado ayuda a concentrarse y organizar ideas, algo habitual en contextos donde se necesita precisión.
¿Es señal de mentira?
Existe la creencia de que evitar la mirada indica engaño. Los estudios muestran que esto no es concluyente. Muchas personas mienten sin apartar los ojos, mientras que otras desvían la mirada por nerviosismo o ansiedad, sin intención de ocultar nada.
Por eso, los expertos recomiendan analizar el conjunto de señales: tono de voz, postura y coherencia del discurso.
Factores culturales y emocionales
En algunas culturas, mirar fijamente se considera agresivo. En otras, es signo de respeto. Además, emociones como vergüenza, tristeza o estrés pueden llevar a evitar el contacto visual.
En entornos laborales, este gesto puede interpretarse como falta de seguridad, aunque en realidad puede ser solo una forma de manejar la presión.
Si te incomoda mirar a los ojos, los psicólogos sugieren practicar en conversaciones cotidianas y usar pausas naturales para desviar la vista sin parecer evasivo. El objetivo no es forzar la mirada, sino lograr un equilibrio que transmita confianza.












