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Actualmente, el mercado laboral atraviesa un cambio profundo que está marcado por la digitalización, la inteligencia artificial y la automatización de las tareas.
En este contexto, el economista grecochipriota Christopher Pissarides, ganador del Premio Nobel de Economía en 2010 y profesor en la London School of Economics, compartió su visión sobre cómo los trabajadores pueden adaptarse y prosperar en esta nueva era.
¿Cuál es el impacto de la tecnología en el empleo?
Según Pissarides, el avance tecnológico no debe interpretarse como una amenaza inmediata para los trabajadores. Por el contrario, abre un abanico de oportunidades siempre que se logre una adaptación de habilidades.
"El cambio no es tan estructural como lo fueron la urbanización o el desarrollo del transporte, pero sí transforma lo que los trabajadores necesitan aprender para ser prósperos en el mercado laboral", explicó.
¿Cuáles son las habilidades más demandadas?
El Nobel remarcó que, frente a la automatización, se vuelven fundamentales las habilidades blandas o soft skills, entre las que destacó:
- Comunicación asertiva.
- Capacidad de gestión y liderazgo.
- Empatía y trabajo en equipo.
- Razonamiento lógico y pensamiento crítico.
Estas aptitudes son esenciales para desenvolverse en un mundo donde la abundancia de información requiere análisis, interpretación y toma de decisiones.
¿Cuáles son las competencias técnicas que buscan los empleadores?
Más allá de las soft skills, Pissarides señaló que desde 2016 el mercado laboral valora especialmente habilidades vinculadas al sector tecnológico y digital. Entre ellas, mencionó:
- Manejo de Amazon Web Services (AWS).
- Ciberseguridad.
- Machine learning.
- DevOps y desarrollo de software.
- Procesos de onboarding de clientes.
Estas competencias son cada vez más requeridas en áreas de IT y servicios digitales.
Para el economista, la clave está en el re-skilling, es decir, la readaptación y actualización constante de conocimientos. Esta necesidad implica que los trabajadores se capaciten de forma continua y que los gobiernos y las instituciones educativas orienten sus programas hacia áreas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemática).
Además, Pissarides recomienda no especializarse en exceso, ya que la tecnología evoluciona en direcciones imprevisibles y lo que hoy se demanda podría dejar de ser útil en pocos años.