

El Sol vuelve a ser protagonista. Esta vez, no por una tormenta solar ni por una llamarada, sino por una imagen que sorprendió a la comunidad científica.
La NASA publicó una fotografía en la que se observa una figura similar a un corazón en la superficie solar. Aunque parece decorativa, se trata de un fenómeno que puede tener efectos reales sobre nuestro planeta.
La figura corresponde a un agujero coronal, una zona donde el campo magnético solar se debilita. Esto permite que el viento solar escape con mayor facilidad y viaje por el sistema solar.
Cuando estas partículas alcanzan la magnetosfera terrestre, pueden provocar auroras en zonas cercanas a los polos y alterar las comunicaciones satelitales.
¿Qué es un agujero coronal y por qué aparece como una mancha oscura?
El agujero coronal no es un vacío físico. Es una región donde el plasma solar es más frío y menos denso que el resto. Por eso, en imágenes tomadas en rayos X o ultravioleta extremo, aparece como una mancha oscura.

En este caso, la forma de corazón se ubicó justo en la cara del Sol orientada hacia la Tierra, lo que facilitó su impacto sobre nuestro planeta.
Según la NASA, este tipo de fenómenos no representan una amenaza directa, pero sí marcan un cambio en el comportamiento solar. El viento solar que emana de estos agujeros puede intensificarse de forma gradual, lo que genera variaciones en la actividad geomagnética terrestre.
¿Qué dice la NASA sobre el ciclo solar actual?
La agencia espacial estadounidense confirmó que el Sol ya superó el pico de su ciclo de actividad de once años.
Esto significa que, en los próximos cinco años, se espera una disminución en la cantidad de manchas solares y en la intensidad de las tormentas solares. Sin embargo, los agujeros coronales seguirán apareciendo, ya que forman parte de la dinámica natural de la corona solar.
La corona es la capa más externa del Sol y puede alcanzar temperaturas de millones de grados. Es mil veces más caliente que la superficie solar y cambia constantemente según el ciclo de manchas. Por eso, entender su comportamiento es clave para anticipar posibles impactos en la Tierra.













