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Tenía 16 años y aquella tarde fría del 26 de julio de 1984, cuando salió de su casa todavía con el uniforme del colegio, una campera azul y unas cuantas monedas, fue la última vez que su familia lo vio. Diego Fernández Lima nunca regresó. Salió a "lo de un amigo" y nadie volvió a saber de él.
Como en un extraño azar del destino, casi 41 inviernos después, cuando un grupo de albañiles realizaba excavaciones en una obra en construcción sobre la avenida Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan, se produjo un hallazgo inesperado: huesos humanos.
En esa propiedad había vivido Gustavo Cerati, muchos años después de la desaparición de Diego. El hallazgo de los huesos, según la información oficial, se dio luego de que se desprendiera parte de la medianera lindera, por lo que se señaló que se encontraban en el jardín de la vivienda vecina, de la familia Graf.
El padre que murió buscándolo y creyó que había sido raptado
En 1984, la desaparición de Diego Fernández no captó la atención de la policía ni mucho menos de los medios de comunicación, como lo logró hoy. Cuando sus padres fueron a poner la denuncia a la comisaría, les respondieron que seguramente se "había ido con una mina". Un menor de edad se esfumó en plena capital federal y no lo buscaron.
La desesperación invadió a su familia, como recuerda hoy Javier, su hermano menor. Tiene una sensación de "vacío y mucha indignación". Siente que se pudo haber hecho mucho más por encontrarle una respuesta a la desaparición de Diego, por evitar que su padre muriera sin saber qué le pasó.
"Mi padre murió buscándolo. En el año 1991 lo atropelló una camioneta en Galván y Congreso", mencionó con tristeza en diálogo con los periodistas. Enseguida, contó que su papá pensaba que Diego había sido captado o secuestrado por una secta. "Tenía 16 años y solo jugaba al fútbol. No entendemos por qué hicieron eso", señaló.
En un recorte del diario Crónica de esa época, se puede ver una entrevista a los padres del joven. Allí su progenitor expresaba sus dudas sobre su desaparición y los temores de que lo haya captado una secta.
Cerati, la clave para identificar el cuerpo de Diego
El hermano de Diego se sorprende con el giro de este caso. Cuando escuchó la noticia del hallazgo de unos huesos en una casa donde vivió Gustavo Cerati, jamás pensó que podría tratarse de su hermano.
La coincidencia lo asombra, pero al mismo tiempo lo resume con un "gracias totales". Ese sentir es compartido por los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), quienes aseguran que el caso cobró notoriedad por el nombre de Cerati y esto contribuyó a que un sobrino de Diego, que actualmente tiene 35 años y es periodista, empezara a hacerse preguntas y se acercara a la fiscalía a conocer más.
"Muerte violenta": el sospechoso del crimen de Diego Fernández
A pesar del tiempo transcurrido y de que solo se obtuvieron 151 huesos, restos de prendas, un reloj de la época y unas llaves, los especialistas lograron determinar que el joven tuvo "una muerte violenta" y que hubo un intento de descuartizamiento para ocultar el cuerpo.
"Se describe una lesión observada en la 4.ª costilla derecha compatible con un objeto corto punzante y lesiones corto punzantes en algunas articulaciones. Hay marcas en el cuerpo que se corresponden con una muerte violenta y un intento de descuartizamiento, pero también puede tener que ver también con un intento de manipular el cuerpo para proceder a la inhumación del mismo", señaló Mariella Fumagalli, directora del Equipo Argentino de Antropología Forense en Argentina, en diálogo con Infobae.
Por otra parte, apareció un testigo clave. Según indicó el titular de la fiscalía, el cuerpo de Diego estuvo enterrado más de 40 años en el jardín del chalet perteneciente a la familia Graf. Justamente Cristian Graf, hoy de 56 años, fue compañero de la víctima en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N° 36, tal como indicó un antiguo compañero de ambos.
El testigo contó que los conocía y aseguró que "El Gaita" Fernández y "El Jirafa" Graf (según los apodó) eran amigos. Este jueves estaba previsto que declarara. A partir de su testimonio recién se podría citar a la familia Graf.
Aunque la causa será investigada bajo la figura de homicidio, por el tiempo transcurrido, la acción penal ya prescribió. Por ese motivo, a pesar de que se identifique al autor del crimen, no podrá ser sancionado judicialmente.
Cristian Graf rompió el silencio y compartió una estremecedora hipótesis sobre el hallazgo del cadáver
El 21 de agosto, por primera vez, Cristian Graf habló con los medios de comunicación y se pronunció públicamente sobre el hallazgo del cuerpo. Aseguró que no sabía cómo llegó el cuerpo ahí y negó haber tenido relación con Diego. "No éramos amigos", afirmó.
Asimismo, deslizó la posibilidad de que alguien le haya "tirado un muerto" y que el cuerpo haya sido plantado por un tercero, sacando así el foco de su familia. "Pongo las manos al fuego por mi papá y mi mamá", aseguró.