Llega el invierno y el termómetro empieza a marcar temperaturas mínimas de un solo dígito. A pesar de que son más conocidos los efectos que puede producir en el organismo una ola de calor, también el clima frío provoca secuelas.
Y aunque solemos relacionarlo mayormente con los cuadros gripales o con problemas respiratorios, hay otra parte de nuestro organismo que se ve afectada. Los especialistas advierten sobre el impacto de las bajas temperaturas en la salud cardiovascular, especialmente en personas con patologías previas.
Frío, hipertensión e infartos: el combo más peligroso, según los expertos
Diversos estudios realizados a lo largo de casi medio siglo en varios países (entre ellos, Argentina) han demostrado que en invierno se producen más eventos cardiovasculares.
Así también lo ratificó un estudio publicado en el North American Journal of Medical Sciences, que concluyó que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares varía según la estación del año y aumenta durante los meses de más frío.
Los datos muestran una variación estacional importante, no solo en la cantidad de personas que se enferman y deben ser hospitalizadas, sino también en la mortalidad por los siguientes cuadros:
- infarto agudo de miocardio,
- ACV,
- insuficiencia cardíaca crónica.
Esto se debe a que la presión arterial se ve afectada por los cambios de temperatura.
Según la Fundación Cardiológica Argentina, la vasoconstricción (reducción del calibre) de los pequeños vasos en respuesta al clima frío, aumenta la resistencia vascular y con eso aumenta la presión arterial.
Invierno e hipertensión: por qué aumenta la presión arterial con el frío
Por lo general, la presión arterial es más alta durante el invierno y más baja durante el verano. Esto se debe a que las bajas temperaturas hacen que los vasos sanguíneos se estrechen temporalmente, como señala un artículo de Mayo Clinic.
Agrega que es necesaria más presión para que la sangre pase a través de venas y arterias estrechas. Esto hace que la presión arterial aumente. También aclara que estos cambios en la presión arterial relacionados con el clima son más comunes en las personas de 65 años y mayores.
Entre las causas que influyen para que aumente la presión arterial cuando hace frío se encuentran:
- el aumento de peso,
- el mayor consumo de alimentos salados,
- y la disminución de la actividad física debido a las temperaturas más frías.
Consejos para controlar la presión arterial en invierno
Si sufres de presión arterial alta, hay varias medidas que puedes tomar para ayudar a prevenir los picos que suelen ocurrir durante el clima frío. Según, el centro cardiológico de South Denver, son las siguientes:
- Cambia tu dieta: El frío suele darnos ganas de comer algo reconfortante, pero esto puede aumentar la presión arterial. En su lugar, lleva una dieta rica en frutas, verduras, lácteos bajos en grasa, pescado, aves y cereales integrales. Evita los alimentos salados.
- Reduce el consumo de cafeína y alcohol: Tanto la cafeína como el alcohol aceleran la pérdida de calor corporal. Tu corazón tendrá que esforzarse más para mantenerte caliente, lo que puede provocar un aumento de la presión arterial.
- Haz ejercicio: Aunque quieras minimizar la actividad intensa al aire libre en el frío, es importante hacer ejercicio durante el invierno. Esto mejorará tu salud cardiovascular y te ayudará a controlar su presión arterial.
- Conserva el calor corporal: Una forma de combatir el aumento de la presión arterial causado por el frío es mantener el cuerpo lo más abrigado posible siempre que estés al aire libre. Abrígate con varias capas de abrigo y asegúrate de usar gorro y guantes.
- Controla tu presión arterial con frecuencia: Incluso si sigues todas las medidas mencionadas anteriormente, es fundamental controlar tu presión arterial con frecuencia durante el invierno. Intenta medirla en diferentes momentos del día para tener una idea más clara de cómo fluctúa.