

Los ácaros del polvo son uno de los principales enemigos silenciosos en los hogares: se acumulan en colchones, alfombras, peluches y textiles, provocando alergias e irritaciones. Aunque parecen difíciles de erradicar, existen métodos simples y efectivos para reducir su presencia.
Ácaros en casa: dónde se esconden y cómo combatirlos
En el caso de los ácaros del polvo, la recomendación de los especialistas es abordarlos con una estrategia sistemática: limpieza profunda y medidas preventivas constantes, fundamentales para evitar complicaciones en la piel sensible de los niños.
Una de las herramientas más eficaces para reducir su presencia es la aspiradora con filtro HEPA, capaz de retener hasta el 99,97% de las partículas microscópicas, incluidos los restos de ácaros. La clave está en aspirar con frecuencia todas las superficies donde se acumule polvo, en especial alfombras y tapicerías, que son sus escondites preferidos.
Los expertos recomiendan realizar esta tarea entre dos y tres veces por semana, reforzando la limpieza en los espacios más usados del hogar.

Medidas adicionales
Además de aspirar con frecuencia, existen otras acciones que permiten mantener los ambientes libres de ácaros del polvo:
Lavar la ropa de cama con agua caliente: sábanas, mantas, edredones y almohadas deben limpiarse a una temperatura mínima de 55 °C, al menos una vez por semana.
Usar fundas antiácaros en colchones y almohadas, para evitar que estos insectos se instalen en superficies difíciles de higienizar.
Lavar peluches y objetos textiles: en hogares con niños, los juguetes de tela deben lavarse periódicamente o colocarse en el congelador durante 24 horas para eliminar los ácaros, y luego limpiarse con un paño húmedo.














