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La psicología del color muestra datos interesantes sobre cómo la elección de ropa puede afectar la imagen social. Los especialistas de las ciencias sociales destacan que algunos tintes pueden estar asociados con interpretaciones negativas.

Qué dicen los colores de la personalidad

De acuerdo con la psicología, los colores pueden demarcar las percepciones y conductas de las personas. Las tendencias varían según la cultura y el contexto:

Gris: neutralidad extrema y ausencia de estímulo

El gris es uno de los colores más elegidos por combinar con casi cualquier otra tonalidad. Sin embargo, en exceso puede demarcar apatía emocional, bajo compromiso y tendencia a no tomar posición. Desde el punto de vista psicológico, proyecta una personalidad que evita el protagonismo y prefiere no involucrarse.

Puede asociarse con una escasa curiosidad intelectual, poca iniciativa y una actitud pasiva frente a los desafíos.

Negro: rigidez y cierre emocional

El negro casi siempre es elegido por estar asociado con elegancia y neutralidad, pero cuando comienza a tomar mucho protagonismo está relacionado con rigidez, frialdad y poca flexibilidad mental. Desde la psicología explican que puede estar relacionado con la distancia emocional y la limitación de la comunicación.

Beige y tonos tierra: conformismo y baja expresión personal

Los tonos tierra como el beige pueden estar asociados con discreción y búsqueda de anonimato. Si bien no es una característica negativa, su uso reiterado puede estar relacionado con falta de ambición, mínima creatividad y ausencia de exploración personal.

La percepción no es realidad

La psicología del color analiza interpretaciones sociales, no capacidades reales. La elección del uso de colores no define por completo la capacidad intelectual de las personas. Sin embargo, en un mundo definido por el estímulo visual, los tonos pueden influir en cómo otras personas evalúan la capacidad cognitiva y la creatividad de las personas.