Viajar al exterior con un pasaporte vencido o dañado puede convertirse en un problema serio. Las autoridades estadounidenses advierten que muchos países exigen que el documento tenga al menos seis meses de vigencia al momento de ingresar. Por eso, mantenerlo actualizado es clave para evitar contratiempos.
Pero no todos los pasaportes califican para la renovación. El establece que, en ciertos casos, el trámite debe hacerse desde cero, como si fuera la primera vez. Esto implica presentar documentación adicional, pagar tarifas más altas y acudir a centros autorizados.
¿Cuándo no se puede renovar el pasaporte estadounidense?
Hay situaciones específicas en las que el pasaporte pierde la posibilidad de ser renovado automáticamente. Entre ellas:
- Daños visibles que no se deben al uso normal, como manchas por humedad, moho, páginas rotas o perforadas.
- Marcas no oficiales en la página de datos.
- Páginas de visa faltantes.
En cambio, si el documento tiene solo curvaturas en las esquinas o está "abanicado" por el uso, sí puede renovarse.
También se excluyen de la renovación los pasaportes que:
- Fueron emitidos hace más de 15 años.
- Se perdieron o fueron robados.
- Se obtuvieron cuando el titular tenía menos de 16 años.
- No reflejan el nombre actual del portador y no hay documentos que acrediten el cambio.
¿Cómo renovar el pasaporte y qué documentación se necesita?
Para renovar por correo, se debe presentar el formulario DS-82, una foto tipo pasaporte, el pasaporte anterior, el comprobante del pago correspondiente y, si corresponde, la documentación que acredite un cambio de nombre. El formulario se puede completar en línea, descargar en formato PDF o solicitar en una agencia de pasaportes.
Quienes sean elegibles también pueden renovar su pasaporte en línea. Para ello, deben crear una cuenta digital, reunir los documentos requeridos y seguir los pasos del sistema de renovación. Es recomendable verificar los plazos de entrega actualizados en el sitio del Departamento de Estado.