

Tener la casa limpia y desinfectada también es una manera de garantizar nuestro bienestar y el de toda la familia. Si bien suele ser una tarea un poco tediosa, con organización y un buen plan este trabajo inevitable resulta más sencillo y efectivo.
La higiene del hogar puede mantenerse sin dificultad, con una serie de hábitos, sencillos y prácticos y sobre todo sin que se necesite invertir demasiado tiempo. A continuación, la guía paso a paso para dejar la casa limpia y radiante en poco tiempo.
Rutina ideal: cómo limpiar la casa y eliminar todas las bacterias
Esta guía muestra el paso a paso de cómo mantener la casa desinfectada y alejada de los virus, para eso hay que ser rigurosos y sacarle dramatismo. La clave está en hacer hincapié en las zonas compartidas, mantener un orden de limpieza y tener a mano los productos adecuados.

Tener en cuenta aquellos que tienen un tratamiento antibacterias como los que son súper absorbentes y garantizan una máxima higiene con agua. Siguiendo estos tips el momento de realizar la limpieza del hogar dejará de ser un suplicio para convertirse en un alivio.
- Prepararse. Hacer una lista de las tareas y marcar tiempos de entre 20 y 40 minutos por lugar. No sirve ir de un espacio a otro sin terminarlos porque se corre el peligro de ensuciar lo que ya está limpio.
- El piso. Lo ideal es limpiarlo al empezar y al terminar, para no desperdigar bacterias.
Hay que empezar por las partes de la casa que se encuentran más elevadas e ir descendiendo hasta el suelo. Así se evitará que la suciedad caiga sobre las superficies que ya se han limpiado.

- Puntos calientes. Los espacios comunes como el baño y la cocina juntan gran cantidad de bacterias. Los controles remoto, las llaves de luz, las canillas, cortinas, sofá o los colchones conviene repasarlos a menudo.
- Cumplir todos los pasos. Cuando haya polvo en cualquier superficie, el primer paso es quitarlo con un paño limpio, seco y doblado. Después se deberá limpiar la superficie con el paño humedecido con agua caliente. Al final secar con otro paño para evitar las manchas y se completar la limpieza.
- Desinfectar de arriba abajo. Arrancar por techos, paredes, puertas y limpiar las superficies de muebles y estanterías que estén más altas e ir descendiendo hasta el suelo. Así, se evitará que el polvo pueda caer sobre las superficies que ya se han limpiado.
- Hasta el último rincón. Hay partes del hogar que pasan desapercibidas. Las guías de las ventanas o de las puertas corredizas, los radiadores, estufas, zócalos o la parte trasera de los muebles o la heladera son algunas de ellos.
Tener limpios estos lugares contribuye a mantener la casa desinfectada del todo. Un truco para lograrlo es recurrir a una espátula de cocina envuelta con un paño de microfibra humedecida. Adiós polvo, pelusas y bacterias. - Electrodomésticos. Deben limpiarse con frecuencia el microondas, el lavarropas y el lavavajillas porque acumulan moho, gérmenes, grasa, salpicaduras y malos olores.

- Textiles. No debemos descuidarlos, ya que están en permanente contacto con nuestro cuerpo y las bacterias se propagan con facilidad. Las fundas y las cortinas, si está indicado, es preferible meterlas en la lavadora. A las alfombras y los colchones hay que pasarles la aspiradora.
- Ventilar Abrir las ventanas y renovar el aire a diario, varias veces y durante unos 10 minutos combate los virus y ayuda a que el secado sea más rápido.
Una ventilación deficiente de la casa puede aumentar la concentración de contaminantes como el dióxido y el monóxido de carbono que pueden dispersar electrodomésticos como hornos y estufas, además de partículas de alimentos, pelos de mascotas y humedad.













