Dick Parsons, CEO de Time Warner, quiere que 2004 sea recordado como el año en que logró salvar una de las fusiones más desastrosas de la historia: la que unió a Time Warner con America Online, la compañía de Internet.
Parsons reestructuró la gerencia, llegó a un acuerdo en una disputa con Microsoft y diseñó una estrategia para modificar la situación de AOL. La carga de la deuda bajará a la cifra, más manejable, de u$s 20.000 millones. Y logró eliminar la sigla AOL del nombre corporativo para dejar atrás el recordatorio más visible de la fusión.
Las acciones se han recuperado y los inversores esperan que se mantenga la tendencia positiva. Parsons ha dicho que Time Warner contempla la posibilidad de expandirse. “Nos concentraremos en los alineamientos y las adquisiciones horizontales , agregó Parsons.
Excepto dos, todas las unidades lideran sus sectores. La división de música ya no tiene el perfil de crecimiento de las unidades cruciales, y el resultado es que Warner Music está en proceso de ser vendida. La segunda excepción es AOL. Era la firma dominante en banda angosta, pero los servicios dial-up son una tecnología anticuada. Se espera que este año la división genere una facturación cercana a u$s 8.000 millones. “El negocio tendrá un crecimiento importante. La cuestión es si resultará sustentable , dijo Parsons.
Si las sinergias derivadas de la fusión quedaron desacreditadas, ¿qué explica que se las mantenga bajo el mismo techo? La respuesta: que “hay una cadena de valor que recorre todo el camino desde la creación a la distribución . Es una visión que defienden los magnates de los medios. La principal diferencia entre Parsons y sus rivales es que el grupo estadounidense no está buscando la expansión internacional.