

El auge del mercado global de inmuebles comerciales se detuvo abruptamente en 2008. Algunos países informaron derrumbes de precios sin precedentes y este año habrá más descensos en los valores de los activos debido a la disminución de la demanda alquileres.
Las deterioradas condiciones económicas probablemente provoque también que más inquilinos dejen de pagar sus alquileres. Los dueños de propiedades enfrentan la presión proveniente de la baja de sus ingresos y del derrumbe del valor de los bienes raíces, lo que les dificulta cumplir con las actuales condiciones de sus préstamos bancarios.
Las compañías deben tomar decisiones difíciles como recapitalizar sus balances generales mediante la venta de activos, recortar dividendos y emitir derechos de suscripción.
Reino Unido es la más afectada por el desplome de la propiedad en todo el mundo; los inmuebles perdieron una tercera parte de su valor y probablemente sigan las caídas hasta llegar a un nivel 50% inferior al registrado hace 18 meses. Sin embargo, sería el primero en recuperarse dada la velocidad de su descenso.
Se espera que otros mercados se muestren menos volátiles, pero pocos inversores globales están dispuestos a apostar mientras los bancos sigan restringiendo los fondos para inversión.
Sin embargo, están quienes aseguran que están surgiendo buenas oportunidades para quienes todavía no son dueños de una propiedad y cuentan con el dinero para explotar el mal momento que atraviesan los que han invertido en la cresta de la ola inmobiliaria. A medida que los precios sigan bajando, los inversores están empezando a entrar en algunos mercados.
El sector inmobiliario de Estados Unidos se encamina hacia un año nefasto. Habrá más espacios sin ocupar, mayor incumplimiento del pago de préstamos y precios más bajos.
Después de un difícil 2008, la principal limitación en el sector será la falta de crédito ya que la desaparición del mercado de títulos valores respaldados por hipotecas comerciales eliminó una línea vital de financiación.










