

“Estoy bastante preocupada; ha disminuido la cantidad de turistas desde el golpe militar que hace unos días derrocó al primer ministro de Tailandia, dijo Asajan Meesan, una vendedora de guirnaldas.
Pese a la naturaleza relativamente pacífica del golpe, que fue bienvenido por muchos residentes de Bangkok, las imágenes televisadas en todo el mundo de tanques circulando por las calles de la ciudad desalentaron a los turistas y ejecutivos asiáticos que pensaban viajar a la ciudad.
Pero los profesionales de la industria del turismo aseguran que hasta ahora los visitantes occidentales han equilibrado la balanza. “El impacto no fue ni por asomo tan severo como temimos que fuese , señaló Hamish Keith, director gerente de Exotissimo Thailand, que brinda servicios a turistas europeos, estadounidenses y australianos. A medida que pasaron los días quedó cada vez más claro que los turistas no corren peligro, agregó.
Muchos visitantes extranjeros que estaban en Tailandia durante el golpe apenas notaron los dramáticos acontecimientos que vivía el país. Los aeropuertos se mantuvieron abiertos, las aerolíneas no modificaron los cronogramas de vuelos y los servicios telefónicos no se vieron afectados. Dos días después de la toma de poder, el ejército emitió un comunicado expresando su apoyo al turismo, que representa 6% del PIB.
Sin embargo, Chattan Kunjara Na Ayudhya, funcionario de la Autoridad de Turismo de Tailandia, señaló que muchos visitantes de Corea, Japón y China cancelaron sus viajes al país.









