El oro ayer marcó otro récord y llegó a u$s 1.110,85 la onza –que representa un alza de 26,5% en lo que va del año– antes de retroceder y cerrar a u$s 1.107, 1,1% más que el viernes. Esta corrida se debe a que sigue subiendo la confianza en el metal precioso tras la decisión de India de comprar 200 toneladas de lingotes, la mitad de lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) puso a la venta.

Un factor que sostiene estos elevados precios es el cambio de actitud por parte de los bancos centrales, algunos de los cuales consideran que la compra de oro es una forma de diversificar sus tenencias, de salir del dólar y de los papeles de deuda del Tesoro estadounidense.

Durante muchos años, los bancos centrales fueron vendedores netos de oro. Pero ya no es así; a principios de este año se supo que las reservas del metal de China se habían casi duplicado. Hasta Sri Lanka estuvo comprando, aunque en forma modesta.

La semana pasada se especuló con que el gigante oriental podría alzarse con las restantes 203 toneladas del oro del FMI. Brasil también es considerado un potencial comprador.

Michael Lewis, estratega de commodities de Deutsche Bank, señaló que la mayoría de los bancos centrales del mundo en desarrollo tiene menos de 10% de sus reservas en oro. Y China, Japón, Rusia, Taiwan, India, Singapur, Brasil y Corea son fuertes candidatos potenciales para elevar sus tenencias de lingotes. “Creemos que los bancos centrales serán compradores netos de oro durante el año próximo, situación que se daría por primera vez desde 1998.

Un punto de debilidad que tiene el oro es el mercado de la joyería, que el año pasado representaba 57% de la demanda total de oro. En el segundo trimestre la demanda global de joyas sufrió una caída interanual de 22%.

El mercado indio, el más grande del mundo, sigue siendo una gran preocupación. La compra de joyas durante la festividad Duwali (la Navidad hindú) de este año fue decepcionante y esa contracción se sumó a la caída de 31% en la demanda registrada el segundo trimestre.

Algunos operadores temen que el mercado de India esté sufriendo un cambio estructural debido a que los fabricantes de joyas enfrentan mayor competencia –proveniente de nuevas marcas de joyas de diseño, autos, electrodomésticos y hasta teléfonos celulares para atraer el dinero de los consumidores.

Pero hay pocas señales de que vaya a disminuir el entusiasmo por el oro en Occidente. Un ejemplo es la decisión que tomó Harrods, la famosa tienda de Londres, para comenzar a vender oro a sus clientes minoristas. Chris Hall, jefe de Harrods Gold Bullion expresó: “Por el momento estamos muy conformes con la demanda, estamos concretando ventas todos los días . Los clientes muestran más interés en los lingotes y en las monedas de oro. Las barras de 100 gramos son las más vendidas, contó Hall.