

Estuvo sentada observando las aguas del puerto de Copenhague durante casi 100 años y se convirtió en la atracción turística más famosa de Dinamarca.
Pero su serena vigilia fue interrumpida ayer, cuando la estatua de bronce inspirada en el cuento de Hans Christian Andersen, fue embalada con destino a China.
Esta escultura formará parte del Pabellón de Dinamarca en la Exposición Mundial que comienza el 1 de mayor en Shanghai. La Sirenita tendrá durante seis meses el rol de embajadora cultural del país escandinavo.
Sin embargo, el traslado temporario recibió críticas de algunos dinamarqueses, que se oponen a mudar un tesoro nacional al otro lado del mundo para lo que ellos es simplemente un ejercicio de relaciones públicas.
Algunos hasta lo compararon con trasladar la Torre Eiffel de Francia o las pirámides de Egipto.
Brian Mikkelsen, ministro de Asuntos Económicos de Dinamarca, rechazó las críticas cuando despidió a la estatua durante una ceremonia en Copenhague.
“El préstamo de la Sirenita que le hacemos a China demuestra que nosotros, los dinamarqueses, estamos interesados en otras culturas y queremos compartir nuestro arte y tesoros culturales , aseguró.
Hasta que la escultura regrese a fines de este año, su lugar de residencia será ocupado por una “instalación de video creada por Ai Weiwei, un reconocido artista chino.










