

Estamos pidiendo un aumento de 10% para todos , dijo Lesiba Seshoka, un delegado gremial de Impala Platinum, la segunda compañía explotadora de platino del mundo. El pedido de Seshoka de que la minera sudafricana pague salarios más altos o enfrente una huelga no es excepcional en el sector en estos días. Al contrario, a medida que suben los precios de los metales básicos y preciosos, los trabajadores, desde Canadá hasta Chile, están demandando sueldos más altos. De otro modo, dicen que irán a huelga.
La amenaza resalta el potencial de una generalizada perturbación laboral en toda la industria a medida que llega el momento de renovar los contratos colectivos en muchos centros de producción importantes, incluyendo Escondida, la mina chilena de cobre que es la más grande del mundo. “El sector minero enfrentará mayores demandas de la fuerza laboral. Pero los precios más altos también implican que las mineras tendrán más ganancias para poder pagarle a los trabajadores , dijo Miguel Aramburú, CEO de Hochschild Mining, la minera de plata peruana.
Esto recuerda a los días de bonanza en el sector, antes del colapso de Lehman. En 2007 y 2008, las huelgas redujeron la producción de metales básicos y preciosos, empujando los precios a niveles récord. Los inversores observan con atención los acontecimientos. El impacto de las huelgas en la producción se notó menos este año porque la recesión global redujo la demanda, pero ésta ha dado señales de recuperación y los precios empezaron a trepar.
Nicholas Snowdon, analista de commodities de Barclays Capital, señaló que el alza en los precios de los metales (el índice de la Bolsa de Metales de Londres, una canasta que incluye cobre, aluminio, zinc, plomo, níquel y aluminio, ha subido casi 70% desde enero) claramente ha “reflotado las expectativas de los mineros en términos de salarios y niveles de bonus .
El riesgo, según Snowdon, es que habrá “desalineamientos significativos en la mesa negociadora cuando haya que renovar los contratos más adelante este año y en 2010. Si la historia reciente sirve de guía, es probable que los desacuerdos terminen con huelgas y pérdidas de producción, en especial en América latina.
Una dificultad que enfrentan los representantes sindicales es que las negociaciones han llegado en un momento en que las mineras globales están concentradas en recortar costos cerrando las minas más caras y despidiendo empleados. Por ejemplo, Rio Tinto informó en agosto que el número de sus empleados cayó en 16.000 en todo el mundo en el primer semestre. Otras compañías han congelado salarios en respuesta a los precios más bajos de principios de 2009.
Según Barclays, el cobre es el más expuesto en el sector. El banco estima que operaciones mineras responsables por 23% de la producción mundial de cobre deben renovar sus contratos laborales en el segundo semestre, y otro 8% en 2010 y 2011. Muchas mineras tienen acuerdos que cubren varios años, a menudo entre tres y cinco años, para evitar conflictos laborales.
En Chile, los trabajadores de Escondida han amenazado con paro de actividades antes de que termine el contrato actual en diciembre. “No vemos otra alternativa que una huelga en Escondida , advirtió Pedro Marín, presidente de la Federación Minera de Chile.
BHP Billiton, dueña de más de la mitad de Escondida, también está negociando con sus trabajadores en la mina Antamina, en Perú, y en Spence, en Chile, donde los trabajadores ya pidieron un alza de 5,5% y un bonus vinculado con el precio del cobre.
Los analistas dicen que los eventos en Codelco son de especial importancia. Esta minera estatal chilena mantendrá negociaciones con los trabajadores de algunas operaciones clave, incluyendo la gigantesca mina Chuquicamata.
El mercado del níquel también es vulnerable, dijo Barclays, ya que las firmas que representan 13% de la producción global negociarán nuevos contratos este año, y otro 7% en los dos años siguientes. El mes pasado, la minera brasileña Vale do Rio Doce debió cerrar las minas canadienses Sudbury y Voisey’s Bay por una disputa relacionada con temas vinculados a los contratos laborales, incluyendo bonus y jubilaciones. La confrontación cerró 12% de la capacidad minera global de níquel en un momento en que crece la demanda del sector siderúrgico de China, lo que impulsó al alza los precios.
Otros metales básicos como el plomo, el zinc y el aluminio están menos expuestos porque enfrentan menos negociaciones salariales este año y el próximo. Pero a los analistas les preocupa el platino, el ferrocromo y el oro porque la República Sudafricana, productor clave de estos metales, tiene un largo historial de enfrentamientos laborales.
En Impala Platinum el riesgo de huelga parece remoto por ahora, pero sólo porque la compañía ha aceptado sentarse a discutir todos los pedidos del sindicato.










