El comandante Fidel Castro, cuya presencia -no confirmada oficialmente- era esperada ayer en Córdoba, cumplirá 80 años en agosto. Su figura política resume todo el sistema de poder existente en Cuba hoy. No hay en la isla ninguna institución por encima de su voluntad política. Todas son instrumentos o canales de su extraordinaria voluntad de poder, en primer lugar el Partido Comunista. Pero también las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Fidel encarna un régimen que puede caracterizarse como ‘carismático-autoritario’, alejado en su raíz de los sistemas burocráticos-totalitarios de Europa Oriental o de la URSS.

Su posible visita coincide c

on un punto de inflexión en la vida política de América del Sur. Estados Unidos se ha replegado de la región, y concentra todos sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo transnacional, sobre todo en Medio Oriente (Irak).

Al repliegue norteamericano se suma la parálisis de Brasil, que intentó sustituir la hegemonía estadounidense en el espacio regional. El resultado es una ausencia de liderazgo y un vacío de poder en la región, que favorece la estrategia expansionista del teniente coronel Hugo Chávez, el mejor discípulo que Fidel ha tenido en los últimos 30 años.

Fidel acaba de sellar con él un acuerdo de fondo, que incluye también al líder indigenista boliviano Evo Morales. El personaje histórico, Fidel Castro, que visita la Argentina no es el mismo, ideológicamente, que el de la década del 60. Su condición de ideólogo de su propio régimen y su sentido de la realidad lo hicieron dejar atrás el ‘marxismo-leninismo’. Sólo conserva de entonces -y de siempre- su hondo anti-norteamericanismo, que se expresa hoy con un encuadre nacionalista y anti-globalización.

Se acerca el momento en que la biología producirá su efecto inexorable. Será el comienzo de la transición. Habrá desaparecido el factor carismático, eje del sistema, que gobierna Cuba hace 47 años.

* Presidente del Instituto de

Planeamiento Estratégico