

Amputación de algún miembro, poliomielitis, parálisis infantil, disminución visual y otros padecimientos más solían ser impedimentos para la práctica de deportes invernales. Pero en muchos cerros de la Argentina no lo son desde hace un tiempo. El esquí adaptado es una modalidad, o para ser más precisos, varias modalidades, unas de pie, otras sentados, en las que el esquiador se ayuda de elementos diseñados para que pueda disfrutar de la nieve de acuerdo a sus posibilidades. Están los monoesquíes o los biesquíes, hay hasta riendas y lingas para acompañar a un esquiador que no puede ver por dónde va.
En los Juegos Paraolímpicos de Invierno hubo casi una veintena de competencias diferentes y, hace apenas dos años, fue una silla para esquiar la que ganó el Premio Innovar al diseño. Pero esto es una cuestión meramente tecnológica. Lo más interesante del caso es que en lugares como Las Leñas, Cerro Catedral, Ushuaia o Chapelco hay instructores capacitados para dictar clases o asistir si es necesario a los esquiadores con necesidades particulares.
En el valle del sur mendocino, la persona a cargo de estos servicios es Christian Alias, coach del equipo argentino de esquí adaptado, que compitió este año en los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver. Alias entrenó y acompañó a Leonardo Martínez, también oriundo de Mendoza, y al cordobés Juan Maggi.
Martínez es un instructor de esquí de 34 años que tras sufrir un accidente tuvo que empezar a movilizarse en silla de ruedas, pero la relación con la nieve no se interrumpió por ese cambio de escenario, y en Vancouver compitió en la especialidad esquí alpino. El caso de Maggi es diferente. De 47 años y con secuelas de poliomielitis, es un deportista reconocido que corrió maratones como las de Nueva York o Roma, además de haber cruzado los Alpes suizos en su bicicleta de mano.
Pero no es necesario más que las ganas de emprender esta actividad para empezar. Eso, y dar con el asesoramiento adecuado.
Por ejemplo, el monoesquí es apto para personas que tienen control de su cuerpo de la cintura hacia arriba y que poseen fuerza en los brazos. Se trata de un sillín anatómico algo elevado que se adosa a una tabla de esquí regular. La estructura que sostiene el asiento tiene cierta flexibilidad y hará el trabajo que normalmente harían las piernas. Similar en el concepto, el biesquí tiene una silla más baja con cinturones de seguridad, tablas más anchas y está pensado para personas con movilidad más reducida.
Una vez hecha la elección de la técnica adecuada no hay mucho más que explicar: se disfruta del esquí como lo hacen los demás visitantes de las montañas nevadas. z we
Guía práctica
z Cerro Catedral www.clubdelanieveonline.com.ar
Pases para discapacitados: $6
z Las Leñas,
skiadaptado@laslenas.com
Pases para discapacitados sin cargo.
z Chapelco, esquiadaptado@chapelco.com
Pases para discapacitados sin cargo
zCerro Castor. info@cerrocastor.com
z Programa de Esquí Adaptado Desafío Bariloche










