El paisaje corporativo está cubierto de carcazas de megafusiones que fracasaron por no haber sido capaces de lograr una integración exitosa de ambas operaciones.

Por eso, cuando el banco japonés Nomura adquirió los activos europeos y asiáticos de Lehman Brothers en septiembre de 2008, una de las primeras cosas que hizo fue contratar a un equipo de especialistas de Deloitte, la consultora de servicios profesionales, en busca de ayuda.

Allegados a la cuestión sostienen que no era tan intimidante el tamaño de la transacción sino la velocidad con que las compañías debían combinarse, en particular porque Lehman Brothers ya estaba en convocatoria de acreedores.

Paul Spanswick, codirector administrativo de Nomura, contó: “Estábamos en una situación en que había una compañía en funcionamiento y otra en quiebra. Teníamos literalmente un día para planificar y ejecutar cosas que normalmente llevan semanas y meses .

Los especialistas en integración en casos de fusiones apuntan a acelerar ese proceso brindando todo tipo de ayuda desde borradores para comunicados de prensa hasta planillas de recursos humanos que permiten ingresar de inmediato empleados a la nómina de la nueva compañía.

Para esta operación fue vital lograr que miles de ex banqueros de Lehman pasen a Nomura. “Lehman era un fenomenal gigante en términos del volumen de operaciones que procesaba, y Nomura, no, explicó Vimi Grewal-Carr, socia de Deloitte que encabezó el trabajo de integración en la sede central londinense de Nomura. “Y fue por eso que la adquisición era tan interesante. Pero el verdadero desafío era ingresar toda esa gente en los sistemas de Nomura, que no estaban preparados para esa escala y rapidez .

En total, debían integrarse 185 sistemas informáticos y conectarlos con 18 bolsas y 140 aplicaciones. La plataforma de trading de Nomura, que en su momento procesaba y concretaba 25.000 operaciones por día, tuvo que pasar a manejar diez veces ese volumen. Para hacerlo, se desarrollaron 40 sistemas totalmente nuevos.

Sin embargo, dentro de meses, si no años, tendremos el veredicto final sobre el éxito de la fusión.