Ayer, a las cinco de la tarde, los sindicalistas de Foetra, el gremio de telecomunicaciones, levantaron la toma de las oficinas de Atento Argentina, la filial local de la firma de call centers que controla Telefónica. Recién entonces, los casi 1.700 empleados –que trabajan en tres turnos en la empresa– pudieron reanudar sus tareas. El lunes, poco antes del mediodía, cerca de 150 sindicalistas habían ocupado las sedes que la empresa tiene en Martínez y Barracas, reclamando que la empresa desafilie a sus cerca de 2.400 empleados de la Federación de Empleados de Comercio, liderada por Armando Cavalieri, y los sume a sus filas.

Después de pasar la noche y suspender las actividades de la empresa durante 29 horas, los manifestantes decidieron levantar campamento, tras escuchar las novedades que traían los representantes de Foetra desde el Ministerio de Trabajo, donde un rato antes se habían reunido con representantes de Atento y el Gobierno.

De esa improvisada mesa de diálogo, que empezó casi a las 13 –dos horas después de lo pactado– tomaron parte los abogados de Atento y María Perrone, la directora de Recursos Humanos de la firma, el secretario general de Foetra, Osvaldo Iadarola, junto a Claudio Marín, el secretario adjunto. En representación de la cartera laboral estuvo Noemí Rial, la segunda del ministro Carlos Tomada.

A la salida de la reunión, tanto la empresa como el gremio mostraron conformidad con las medidas para el corto plazo, aunque admitieron que nada de lo dispuesto resuelve el conflicto de fondo –el reencuadramiento de los empleados de Atento– esgrimido por los gremialistas para justificar la toma.

Humberto Pato Vinuesa, el gerente General de Atento, se limitó a decir que “en principio no se habló de reencuadramiento sindical, porque eso lo debe definir la Justicia, no Trabajo . Iadarola, en cambio, aseguró que “se avanzó un paso más. Ahora volveremos a vernos en 10 días , sostuvo ayer, refiriéndose a la próxima reunión que ambas partes celebrarán el 20 de agosto, por la mañana, en la sede de Trabajo.

El acuerdo, cara a cara

Ayer, en la reunión, los representantes de Atento y los gremialistas firmaron tres copias de un acta que establecía que la medida de fuerza debía levantarse a las 17 (como sucedió), que la empresa sería inspeccionada técnica y legalmente por auditores de la cartera laboral en los próximos días y que no se tomarían represalias contra los empleados. “No pensamos en tomar medidas contra nuestros empleados, simplemente porque ellos no fueron parte del ataque , disparó Vinuesa.

Según Atento, durante la ocupación la empresa perdió entre $ 200.000 y $ 300.000. Los sindicalistas no rompieron nada, excepto los mouses de algunos puestos de atención.

Vinuesa confirmó, tal como adelantó El Cronista, que los 1.000 puestos de trabajo que la empresa iba a sumar (y ahora, con la ocupación, debió congelar) “eran nuevos empleados que iban a atender contratos que perdimos en el acto .